Madrid tendrá en los próximos años un nuevo gran centro de negocios que convivirá con las actuales zonas financieras y empresariales de la ciudad, como son el área de Azca, Plaza de Castilla o gran parte del Paseo de la Castellana. Este nuevo espacio se situará en la zona de Julián Camarillo y será la patrimonialista española Torre Rioja la encargada de dar a este antiguo barrio industrial un nuevo aspecto, que sin duda llamará la atención de las grandes corporaciones. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Inmobiliaria.
La compañía que dirige Ángel Soria y que cuenta ya con una cartera de suelo de 175.000 metros cuadrados en esta zona de Madrid, destinará en total unos 300 millones de euros para someter a este barrio a una profunda regeneración con el objetivo de convertirlo en "una zona refugio frente a la subida de precios que se está produciendo en el área central de Madrid". El empresario asegura que la nueva oferta contará además con la máxima calidad y con las mejores tecnologías que habrá en toda la ciudad: "Vamos a transformar la zona y a elevar su nivel", destaca.
Este plan, que se llevará a cabo a lo largo de la próxima década, lleva años en la mente de esta compañía, que adquirió los terrenos "durante los años de máximo apogeo en el sector". "En esos momentos recuerdo que alguna que otra empresa llegó a pagar hasta 2.000 euros por metro cuadrado y seguramente ahora podrían adquirirse por un tercio de ese valor", reconoce el directivo.
Después vino la crisis y la compañía aprovechó los años de impasse en el mercado para trabajar intensamente con la Administración en la obtención de las licencias para sus proyectos. Un trabajo arduo, ya que "la lentitud administrativa es muy grande y cada una de la licencias se ha demorado un promedio de más de dos años. Lo bueno es que nosotros tampoco teníamos prisa en ese momento", explica Soria.
Ahora que la situación ha cambiado por completo, y que gran parte de la inversión ya está realizada, Torre Rioja considera que es el momento de dar impulso a este gran desarrollo que dotará a la Capital de nuevos metros de oficinas en una zona que cuenta además con buenas comunicaciones y en la que ya se han instalado empresas innovadoras y tecnológicas como Atos, IBM o Tecnocom.
Soria está convencido del potencial de este barrio que, aunque nació con un planteamiento industrial, ha ido transformándose de forma natural en una zona de oficinas y residencial, "que poco a poco va contando con todos los servicios necesarios para ser un centro de negocios, como restaurantes, colegios, gimnasios y cuenta además con buenas conexiones de metro con las líneas cinco y seis, y también con el aeropuerto". Estas características, la tipología de las empresas que ya están instaladas en el barrio y el gran desarrollo que va a llevar a cabo Torre Rioja, hacen que la zona sea considerada por algunos expertos como la nueva 22@ de Madrid.
Julián Camarillo, 29-31
Su proyecto más relevante en la zona, ya está en marcha. Se trata de Julián Camarillo 29-31, un edificio que tendrá 36.000 metros cuadrados sobre rasante y 1.200 plazas de garaje (400 para uso público o rotatorio). "Este será posiblemente, cuando acaben el del Banco Popular, el desarrollo más grande de Madrid", explica Soria, que destaca que van a utilizar los mismos niveles de calidad y tecnología que "hemos implantado en los dos inmuebles que tenemos en Avenida de América para lograr de nuevo la certificación de Leed Platinum".
Cuando Soria habla de calidad lo hace en serio y con los certificados sobre su mesa, que demuestran que dos de sus últimos proyectos de rehabilitación integral en Madrid son referentes en el resto del mundo. Concretamente, Avenida de América 81 (AA81) tiene la certificación Leed Platinum con la mejor puntuación a nivel europeo y la segunda a nivel mundial dentro de la categoría de Core & Shell, mientras que en Avenida de América 79 cuentan con la precalificación Leed Platinum, "la definitiva nos la darán en pocos meses", asegura con orgullo el directivo.
Para el desarrollo de Julián Camarillo 29-31, el mayor que llevará a cabo Torre Rioja en esta zona, donde cuenta con otros nueve proyectos, la compañía destinará una inversión de 50 millones de euros, mientras que el resto de edificios sumarán alrededor de otros 100 millones de euros, solo en la parte de construcción.
Actualmente, el inmueble se encuentra en la fase de cimentación y podría estar terminado entre los 18 y 36 meses; "dependerá de la comercialización del edificio, que corre de la mano de las consultoras JLL y Aguirre Newman", afirma. Julián Camarillo 29-31 está preparado para ser un edificio de oficinas multinquilino, "pero lo que pretendemos es que haya uno o dos grandes ocupantes".
Entre sus particularidades, además de ser un inmueble de consumo casi nulo, destacan sus seis plantas prácticamente diáfanas de hasta 8.000 metros cuadrados -algo complicado de encontrar hoy en día en Madrid- y también los servicios que ofrecerá para sus inquilinos, ya que contará con una planta baja diáfana de unos 6.000 metros cuadrados donde se instalará una zona deportiva, hostelería, áreas de entretenimiento, zonas de juegos, de relax, etc. "Será un microclima agradable para los empleados que diferenciará aún más a este inmueble de todo lo demás que existe ahora en Madrid", declara.
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