
Las entidades españolas tienen en balance 238.000 millones en deuda soberana, que supone el 9% de los activos del total del sistema. La deuda se está convirtiendo en un "activo de riesgo" a la amenaza de su penalización por parte del BCE y baja rentabilidad, se une las distorsiones que está sufriendo el mercado de deuda que podría eleva el riesgo de liquidez sistémico.
El economista Matías Lamas Rodríguez del Banco de España analiza la posición de la banca española ante una crisis sistémica. Mientras aprueba las medidas adoptadas por las entidades para reforzarse ante los posibles episodios de iliquidez, subraya que el peligro puede venir de las condiciones del mercado para financiarse. "El riesgo de liquidez sistémica consiste en la tendencia de las instituciones financieras a minusvalorar la posibilidad de no ser capaces de obtener financiación en los mercados, o liquidar un volumen suficiente de activos financieros líquidos, a un precio razonable", indica en un análisis publicado en la Revista de Estabilidad Financiera del Banco de España. En concreto, señala que, desde el punto de visto interno, el perfil de financiación de las entidades es más estable que en el pasado y el balance se ha reforzado con la adquisición de un "colchón de activos líquidos". Pero apunta que la exposición del riesgo también depende de los mercados financieros.
El autor del artículo subraya que el peligro se concentra en la renta fija, sobre todo en la deuda pública española. Un activo que es considerado como el más líquido para los bancos y que les sirve para reforzar los ratios de capital de máxima calidad. A cierre de octubre, la deuda soberana en balance, según los últimos datos disponibles del Banco de España, asciende a 238.000 millones de euros, casi un 9% de los activos totales del sistema. Desde el inicio de la crisis, la posición de la banca ha crecido un 138%, con especial intensidad en los momentos más álgidos de la crisis, cuando el mercado dudaba de la solvencia del país.
Lama recuerda que los bancos incrementaron sobremanera el recurso a fuentes de financiación mayorista aumentando la fragilidad del sistema ante un empeoramiento de las condiciones de mercado que se tradujo en un cierre de las fuentes de financiación cuando estalló la crisis. Y cita a las advertencias del FMI y el Banco de Inglaterra sobre las tensiones de liquidez en el mercado de deuda pública. "Este fenómeno podría llevar a los activos financieros, incluidos los más líquidos, como la deuda soberana, a ser más proclives a experimentar tensiones, lo que neutralizaría la mejora que en términos de liquidez sistémica se ha conseguido con el incremento de la liquidez de los balances bancarios", señala.
Factores de riesgo
El experto apunta que el cambio estructura que están viviendo los mercados supone "un mayor riesgo de que la liquidez de mercado se evapore de forma repentina". Entre las razones, que argumenta Lama, está el "menor papel de los creadores de mercado como intermediarios en la renta fija" que genera una menor provisión de liquidez por parte de estos agentes. Esta circunstancia coincide con un aumento del tamaño de la soberana, que exige un mayor esfuerzo de los creadores de mercado para garantizar el correcto funcionamiento del mercado. También cita las tensiones de liquidez que genera el trading automático y de alta frecuencia introduciendo "distorsiones en la negociación de títulos". Además subraya la influencia de la política monetaria con los programas de compra de activos de los bancos centrales. "Aunque puede aumentar la negociación, por otra parte puede producirse una escasez de papel en los segmentos del mercado sobre los que actúa la autoridad monetaria. Esto puede conducir a episodios de iliquidez cuando cambia el sentimiento de los mercados", explica Lama.
Situaciones preocupantes
El experto cita a "algunos participantes de los mercados apuntan a un funcionamiento fluido de la liquidez cuando se ejecutan órdenes de reducido tamaño en los mercados, y a la aparición de distorsiones cuando este tamaño crece", y explica que los creadores de mercado del Tesoro han encontrado dificultades para cruzar órdenes "en momentos puntuales por la presencia de picos en la demanda de liquidez", en segmentos menos líquidos, como la deuda corporativa o de comunidades autónomas.
Señala que algunos inversores habrían renunciado a operaciones de cierto tamaño, o habrían acudido en mayor medida a los mercados primarios o de colocación ante la iliquidez del secundario.
Cómo afectará la tensión de liquidez a los bancos
En caso de tensiones de liquidez en la deuda española, la cartera soberana de los bancos no se podría transformar en capital sin asumir pérdidas, que implicaría un deterioro de balance. El economista dice que de producirse esta circunstancia afectaría al resto de instrumentos de financiación de los bancos encareciendo la financiación de las entidades. También afectaría a los CDS (por sus siglas en inglés, Credit Default Swap), produciéndose una percepción de solvencia de uno o varios bancos.
El riesgo de tener en balance de deuda pública que alerta el experto coincide con que los bancos españoles, desde principio de año, cuando el BCE comenzó con la adquisición de deuda pública, están reduciendo su cartera soberana. La tenencia de deuda a largo plazo de los bancos españoles se ha reducido un 7,7%; mientras el Banco de España ha aumentado su posición en un 66% hasta los 127.000 millones, según los datos del Tesoro. Por un lado, está los planes del BCE para penalizar la deuda pública en balance. Y por otro lado, está la escasa rentabilidad que ofrece este tipo de activos.