Empresas y finanzas

El impuesto del tabaco recauda lo mismo que en 2007 pese a que el precio se ha duplicado

  • Menor consumo y la preferencia por el tabaco de liar merman la recaudación
  • Casi el 80% del precio de una cajetilla de tabaco corresponde a impuestos

Cuando faltan ingresos en Hacienda, el tabaco es uno de los primeros productos a los que se suele recurrir. Y España lo ha hecho en numerosas ocasiones desde que comenzó la crisis. E incluso antes, porque en 2006, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprobó una subida triple de impuestos para evitar que las marcas low cost se escaparan del Fisco.

Y este año lo ha vuelto a hacer: hace unas semanas el Gobierno elevó los impuestos que gravan el tabaco. Lo hizo elevando tanto el mínimo: 2,7 euros por cajetilla (frente a los 2,57 previos) -o 2,82 si su precio es menor de 3,92 euros, y afectando tanto a cigarrillos (+2,5%) como al tabaco de liar (+6,8%). De los dos componentes de los impuestos que se aplican al tabaco, el llamado ad valorem, se mantiene en el 51% y el que sube es el específico, que aumenta hasta los 24,7 euros por 1000 cigarrillos.

Pero los resultados no están siendo los esperados. Según un informe de Funcas, entre 2006 y 2013 el consumo de cajetillas de cigarrillos cayó un 43,27% mientras que el consumo de picadura de liar aumentó un 171,29%. Ambos factores serían claves para explicar la caída de la recaudación por este tributo a pesar de las numerosas alzas aprobadas. Según los datos de Hacienda, los ingresos de este 2016 serán similares a los registrados en 2007 a pesar de que desde entonces, el precio de una cajetilla de tabaco se ha duplicado a causa de los impuestos.

La marca más vendida se encarece un 125%

Según el estudio de Funcas, la marca más vendida en España en diciembre de 2006 costaba 2,15 euros, frente a los 4,85 euros que costaba antes de la última subida de impuestos, aprobada este mismo mes. Y el principal responsable de este incremento del precio no es otro que Hacienda ya que el 80% del precio de una cajetilla va a parar a las arcas del Fisco.

A pesar de estas subidas, desde 2010 la recaudación sólo ha mejorado un año (2014) y este 2016 podría ser el segundo. En los diez primeros meses de 2016, la recaudación sube un 1% hasta los 5.553 millones, por lo que a final de año el saldo podría ser ligeramente mejor que el de 2015. Y en 2017, según los cálculos del Gobierno, la última subida, aprobada hace unos días, apenas incrementará los ingresos en 100 millones al año, efecto IVA incluido.

La presión fiscal sobre el tabaco en España está en línea con la de los países de la eurozona. Según Funcas, de media, el 79,19% del precio de venta pagado por los cigarrillos en eurozona corresponde a impuestos. No obstante, existe una amplia dispersión al oscilar entre el 71,70% de Luxemburgo y el 85,71% de Reino Unido. El valor para España es del 78,33%.

Además de los cambios en el tipo efectivo que soporta el tabaco, también hay diferencias entre los distintos componentes y su peso en los distintos sistemas fiscales. Existe un primer conjunto de países donde el impuesto ad valorem es el más relevante. Este es el caso de Francia (76,7%), Finlandia (82,2%), Bélgica (83,9%), España (83,6%), Italia (90,2%), Austria (68,1%) y Luxemburgo (84,8%). En el extremo opuesto se encuentra un grupo de países donde el peso de los impuestos ad valorem es muy reducido con porcentajes inferiores al 2% como Holanda, Suecia y Dinamarca. Por último, existe un grupo de cinco países (Reino Unido, Irlanda, Alemania, Portugal y Grecia) en los que el porcentaje de la componente ad valorem se mueve en un rango reducido pero más elevado, al oscilar entre el 14% y el 36%.

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