
Alta tensión en las bodegas de la denominación de origen de Rioja. Ocho años después de que los viñedos fueran atravesados por una línea de tendido eléctrico, que unía Haro con Laguardia, expropiándoles terreno para la implantación de las torres de apoyo y cambiando para siempre el paisaje de sus viñas, su pesadilla está a punto de repetirse. Descárguese gratis la revista elEconomista Alimentación.
El próximo mes de enero esos viñedos podrían ser invadidos por una línea nueva, conocida como Haro Norte, que parte de la subestación eléctrica de esta localidad riojana, con bodegas centenarias, y discurre hacia el norte, hasta prácticamente el río Ebro, con una longi- tud de algo más de tres kilómetros y más de 20 torres de apoyo a la instalación de los cables.
Esa línea sería, además, la antesala de otras tres que, al igual que ésta, partirían de Haro y volverían a cruzar los terrenos de esas bodegas, que reclaman y exigen protección, tanto para ellas como para el paisaje en el que se ubican. Para defender sus intereses, los bodegueros han buscado apoyos y se han unido en la Plataforma en Defensa del Paisaje del Rioja, un movimiento ciudadano integrado no sólo por los propietarios de los viñedos, sino también por empresas de hostelería y de la industria alimentaria, así como personalidades de la cultura, la historia y el deporte de la comunidad autónoma de La Rioja.
Es un movimiento surgido tras la instalación de la primera línea de alta tensión por la compañía Red Eléctrica de España (REE) en el entorno de San Felices.
Defensa del patrimonio
"Estamos hablando de viñedos centenarios que son un eje para la economía y el desarrollo sostenible de la comarca, de una zona que es bien de interés cultural -por el santuario celtíbero y la calzada romana que alberga- y refugio de aves rapaces y de especies de flora exótica como las orquídeas", explica a elEconomista Alimentación Natalia Olarte, presidenta de la Plataforma, ingeniera agrícola y responsable técnica de campo de Bodegas Bilbaínas.
"Exigimos que se haga un estudio sobre el impacto global que esas líneas tendrían en nuestro paisaje ,al arrasar las zonas de viñedos centenarios -como los de Bodegas Bilbaínas, Roda, López de Heredia o Muga, entre otras-", matiza. Un paisaje que podría contar con hasta 90 torres de alta tensión, cuando las cuatro líneas estuviesen instaladas, que ya se ha visto modificado por la autopista AP68 que une Madrid y Bilbao pasando por esa zona y que podría resultar aún más alterado si se lleva a cabo el desdoblamiento de la línea de Renfe que va a Cantabria.
"Haro no es un lugar industrial. ¡Vivimos del paisaje! Es como si en San Millán de la Cogolla no quisieran proteger el Monasterio", explica a esta publicación la alcaldesa de este municipio riojano, una de las capitales mundiales del sector del vino, Laura Rivado Casas.
Unidos por la misma causa, con el apoyo del Consejo Regulador de Rioja, tanto el Ayuntamiento de Haro como la plataforma piden al Gobierno regional que les ayude a paralizar los proyectos de esas cuatro líneas eléctricas. "Necesitamos el apoyo de los Gobiernos para parar esas líneas. La que está prevista en enero la hemos parado ya ocho veces y tenemos la determinación de luchar hasta el final", afirma Olarte, quien asegura que Red Eléctrica, que es la que tiene que poner en marcha esa línea, está dispuesta a encontrar una solución alternativa a ese tendido. "Hemos visto distintas opciones para no atravesar con cables nuestros viñedos. Una de ellas es soterrar la línea; y otra es mover la subestación eléctrica de Haro a Santo Domingo, donde los agricultores de la zona lo han pedido".
"En todas las instituciones nos dicen que debe ser nuestro Gobierno el que nos represente, pero el de La Rioja no nos está representando", sostiene Olarte. "El Gobierno de La Rioja es consciente de la problemática y sabe la lucha que hay en Haro y las pérdidas que esas líneas nos podrían generar. La primera línea, la de Haro-Miranda-Laguardia, evitó la zona de la Rioja alavesa porque el Gobierno del País Vasco se movilizó. El Gobierno de La Rioja, no. Por eso le pedimos que ordene y catalogue la zona de Haro como zona de interés cultural para que sea protegida. No entendemos que en Burdeos o en la Toscana hayan protegido sus paisajes con una legislación, para potenciar el medio ambiente y el desarrollo sostenible en esas áreas, y aquí nos lo quieran destrozar", critica Olarte.
Explicación de REE
Desde Red Eléctrica (REE) explican que "en La Rioja, se viene trabajando en el mallado y mejora de la red de transporte desde hace tiempo para mejorar la calidad del suministro y para evitar apagones, como el que tuvo lugar en el año 2011, que afectó a toda la comunidad autónoma". En concreto, en la zona norte, según dicen, la construcción de una subestación en Haro, así como las correspondientes líneas de transporte y distribución necesarias, persiguen ese objetivo y por esto entró ya en servicio la primera instalación en 2011, tras el mencionado apagón.
"La línea Haro-Alcocero de Mola, planteada para un horizonte posterior al año 2020, está en fase de evaluación de impacto ambiental. En relación con esta infraestructura, Red Eléctrica planteó un trazado y sobre él, varios estudios alternativos para su valoración por parte de la administración", dice REE.