Empresas y finanzas

Grifols cambia de jefe con el reto de mejorar su imagen dentro de España

Víctor Grifols deja el mando tras 30 años en manos de su hijo y su hermano

Victor Grifols Roura ya es historia en la presidencia de Grifols. El jefe de la farmacéutica catalana desde hace 30 años dimitió ayer de manera oficial de su cargo de consejero delegado y presidente ejecutivo dejando una compañía más internacional que a su llegada, pero con un gran déficit: el de su deteriorada imagen dentro de España. El coqueteo del jefe de la principal farmacéutica española con las tesis independentistas catalanas y su nulo contacto con el propio sector farmacéutico español -abandonó la patronal Farmaindustria- pasa ahora el reto de su consolidación en nuestro país a la siguiente saga familiar.

Con 67 años, Víctor Grifols deja el barco, aunque seguirá como consejero dominical y como presidente no ejecutivo del Consejo de Administración desde el 1 de enero de 2017. Ese día, su hijo mayor, Víctor Grifols Deu, de 40 años, y su hermano pequeño, Raimon Grifols Roura, de 52 años, tomarán las riendas de la compañía. Ambos, tío y sobrino, compartirán el cargo de consejero delegado y deberán mejorar la imagen de la compañía en España.

También se anunció ayer la designación como vicepresidente no ejecutivo del Consejo de Administración del consejero Thomas Glanzmann y el mantenimiento de Íñigo Sánchez-Asiaín Mardones como consejero coordinador del Consejo de Administración a partir del 1 de enero de 2017, "con el fin de garantizar una mayor independencia en el control y la gestión de la sociedad", según la firma.

El hijo, Víctor Grifols Deu, es hoy director de Planificación y Control y lleva en la compañía desde hace 14 años, mientras su tío, Raimon Grifols Roura , actualmente consejero dominical, es socio del bufete de abogados Osborne Clarke, el despacho que asesora a la firma, y ha sido secretario del consejo.

La familia Grifols posee actualmente en torno al 30 por ciento de las acciones de la compañía, un paquete cuyo valor en bolsa alcanzaría hoy en día unos 3.000 millones.

Víctor Grifols deja la compañía a los pocos días de anunciar la segunda operación más importante en volumen de su historia: la compra a Hologic de su participación en la unidad de diagnóstico transfusional por 1.750 millones de euros. Los bancos de inversión han reaccionado con cierto optimismo a esta operación y las recomendaciones de compra sobre las acciones han mejorado hasta el 60 por ciento, según los datos de Bloomberg,

Algunas firmas, como Berenberg, creen que la adquisición puede impactar positivamente en la cifra de beneficio en 2017. "Aunque no esperamos que la compra añada ingresos adicionales, calculamos que podría impulsar hasta un 7 por ciento nuestra expectativa de resultados ajustados para el próximo año, que es de 639 millones", señalan. Asimismo, indican que la transacción elimina un "riesgo", ya que el contrato con Hologic finalizaba en 2025. La compra, no obstante, aumentará el endeudamiento del grupo. La relación deuda sobre beneficio bruto de explotación se colocará en las 4,3 veces, frente a las 3,3 veces actuales. Las razones de que financie la mayoría de la adquisición con deuda han generado dudas en la propia Berenberg.

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