
El Consejo Empresarial de la Competitividad (CEC), el conocido como lobby del Ibex, celebrará mañana una reunión crucial para su futuro. Aunque no está en el orden del día del encuentro, fuentes del entorno de esta agrupación de grandes empresas españolas admiten que, tras un año casi inactivo, la disolución del lobby es uno de los asuntos en el aire.
El CEC apenas ha mantenido reuniones ni actos de primer nivel desde hace un año, cuando suspendió su actividad el pasado 21 de diciembre, justo después de las elecciones generales del día 20. Tras este parón, esta agrupación de grandes empresas españolas se plantea poner punto y final a su trayectoria. Algo que de forma oficiosa podría estar entre los asuntos a tratar entre los miembros del Consejo, todos ellos máximos responsables de grandes empresas españolas. No obstante, cualquier decisión en ese sentido requeriría la aprobación de los órganos de dirección del CEC, con el voto favorable de los socios.
El CEC está compuesto por 15 compañías y el Instituto de Empresa Familiar (IEF) y suma una facturación conjunta equivalente al 35% del PIB. Su existencia cobró especial sentido en los años más duros de la crisis, cuando la confianza en la economía española se resquebrajaba.
El CEC se formó en febrero del 2011, en el momento más severo de la crisis económica española. Fue durante la última fase del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y cuando la amenaza del rescate internacional era más intensa.
Según figura en su página web, este think tank nació "para aportar propuestas que mejoren la competitividad, ayuden a la recuperación económica y fortalezcan la confianza internacional en España". Al parecer, una mayoría del Consejo considera que, una vez superada la crisis, ya no tiene mucho sentido su continuidad, al menos bajo los principios fundacionales, basados en apoyar al Gobierno frente a la crisis.
Desde su constitución hace seis años, su presidente ha sido César Alierta, que fuera presidente de Telefónica hasta abril pasado. Alierta ya anunció a sus próximos que, una vez abandonado su puesto en la empresa de telecomunicaciones, no tenía intención de continuar más tiempo al frente del CEC.