
En Españan existen ya 15 locales especializados en apuestas en el País Vasco a los que se suman los 45 de la Comunidad de Madrid. Juntos suponen un total de 600 máquinas de autoservicio y son un negocio en alza. Victoria, Reta y Kiroljokoa son las únicas empresas que han conseguido la licencia para operar en el País Vasco, y para ello han tenido que reunir un fondo de garantía de 500.000 euros.
"No se trata de jugar, sino de pasar un buen rato", esa es la filosofía global de los locales de apuestas deportivas, que se encuentran en plena expansión. Las leyes autonómicas del juego de todas las Comunidades Autónomas recogen, desde hace años, las apuestas deportivas como una modalidad de juego a reglamentar y autorizar. Madrid y País Vasco han abierto el camino de este nuevo negocio y se espera que Valencia y Murcia sean las siguientes, aunque todavía no existen fechas ni plazos concretos. El ejemplo a seguir es Reino Unido cuya tradición en apuestas deportivas es superior a los diez años.
Empresas principales
El primer local especializado lo abrió en Madrid la compañía Victoria y ya cuenta con 14 corners (espacio dentro de una sala de juego) aunque espera abrir un total de 50 establecimientos en Madrid en los próximos tres años. Victoria nace de la alianza estratégica entre la multinacional, con presencia en Latinoamérica y Europa, del juego privado Codere y William Hill, con más de diez años de experiencia en apuestas deportivas online. Esta modalidad todavía no está regulada en nuestro país, aunque son muchos los interesados en que se apruebe una reglamentación a nivel estatal. Sin embargo, como la actividad de las empresas que se dedican al juego online se considera un servicio, su negocio está avalado por una directiva comunitaria que permite "la libre circulación de servicios dentro del territorio de la Unión Europea". En palabras de Thomas Talos, responsable jurídico de Bwin "todo es una cuestión de impuestos y del monopolio de las loterías estatales".
Hasta la fecha, la última licencia para operar como casa de apuestas, la consiguió la compañía W1nners cuyas acciones se encuentran divididas entre el líder en apuestas online, tanto por número de deportes como por volumen de usuarios, Bwin, con un 49% de las acciones, y Bedbull, que posee un 51%. W1nners todavía no ha abierto ningún local aunque su intención es contar con un total de 120 establecimientos entre corners y locales propios en los próximos cuatro años.
Además de Victoria y W1nners, en Madrid existen 11 corners gestionados por Apuestas Oé marca creada por la empresa Intralot Iberia, filial del grupo Intralot, uno de los líderes indiscutibles en el sector del juego a nivel mundial. Y no podía faltar otro gigante del juego privado en España, Cirsa, de cuya alianza con Ladbrokes han nacido la marca Sportium, que ya posee 30 corners en la capital.
En el País Vasco la historia es diferente, la legislación aprobada tan sólo permite la instalación de 500 máquinas de apuestas en locales de hostelería y abrir un total de 25 establecimientos a los únicos tres operadores que han recibido y recibirán, si las normas no cambian, la licencia. Las compañías que lograron operar en el País Vasco son Victoria, a través de la empresa Garaipen Victoria Apustuak participada al 67% por los socios de referencia Codere y William Hill. Aunque aún no poseen ningún local abierto, tienen cuatro en construcción y espera abrir 66 corners. Reta, marca comercial de Ekasa, cuenta con 11 locales propios y Kiroljokoa, marca comercial de Tele Apostuak, con cuatro tiendas propias. Las dos últimas empresas cuentan, además, con terminales de apuestas creadas por ellos que, al contrario que en Madrid, pueden distribuir no sólo en salas de juego, sino en bares y restaurantes, así como en la entrada de competiciones locales como regatas, pelota vasca o partidos.
Los números
Las empresas que han decidido embarcarse en este nuevo negocio han tenido que depositar un fondo de 12 millones de euros como garantía de pago en la Comunidad de Madrid y de 500.000 euros en el País Vasco. A ese capital hay que añadir la inversión necesaria para poner en marcha los corners, los locales y la tecnología necesaria.
W1nners invertirá 20 millones en los próximos cuatro años, al igual que Victoria que espera alcanzar los 120 establecimientos entre Madrid y País Vasco. Sportium, por su lado, destinará 25 millones de euros para su expansión en los próximos tres años, en los que, según sus previsiones, contará con 80 puntos de venta a finales de 2008. Kiroljokoa prevé completar su despliegue en 2010 y para ello cuenta con una inversión de 13,5 millones de euros, que le permitirá abrir 25 locales e instalar 500 máquinas de apuestas, al igual que Reta que, sin embargo, destinará 4,5 millones más que su directa competidora.
El periodo que la mayoría de operadoras se dan para comenzar a amortizar lo invertido es de tres o cuatro años, aunque, según Simon Bold, presidente de W1nners, "la previsión son tres años pero todo dependerá del tiempo que lleve conseguir la licencia de cada local". A pesar de esa previsión global, grupos como Orenes, que estuvo apunto de crear W1nners con Bwin, prefirió salir del negocio porque, según fuentes de la compañía, "eran necesarios siete años para comenzar a recuperar lo invertido".
Centro de Ocio
Los locos del deporte son los clientes perfectos para este tipo de negocio. La oferta abarca cualquier pequeño deporte que uno pueda imaginar, aunque, por supuesto, el 80%, como media, se decanta por el fútbol.
Tras el deporte rey, las carreras de caballos y, extrañamente, las de galgos, que tienen gran aceptación entre el público inglés, parecen ser las competiciones preferidas de los españoles seguidas, muy de cerca, por el baloncesto, el tenis y la Fórmula 1. En el caso del País Vasco las regatas, que tienen gran tradición y la pelota vasca se encuentran entre las apuestas preferidas tras el fútbol. Pero "no se van a hacer ricos, ni se van a arruinar" repiten los operadores, "la gente viene a disfrutar del deporte de una manera diferente, puede ganar algo pero no se juega su hipoteca". De hecho, la situación de crisis actual no parece ser un problema para este negocio emergente ya que, según Simon Bold "en tiempos de crisis la gente apuesta más".
Y lo cierto es que la inversión es mínima y, con un poco de riesgo o sabiendo jugar con probabilidades, se pueden ganar entre 500 y 1.000 euros en una apuesta múltiple (se combinan diferentes resultados y aunque el riesgo es mayor, las ganancias también) con una inversión mínima de 0,20 euros. En una apuesta simple, como quién va a ganar o quién sacará el próximo penalti, se puede invertir 1 euro, como mínimo, aunque en este caso la ganancia puede ser de 5 ó 10 euros, en función de cómo estén las apuestas, de si se juega contra la empresa o de si se apuesta contra otros jugadores, opción que no permiten todos los operadores.
En cualquier caso, lo importante no es el dinero, sino vivir la emoción de la retransmisión con tus amigos y con una pequeña apuesta por medio que aumente considerablemente la diversión. Operadores online como Bwin, tienen incluso comprados los derechos de imagen de la Bundesliga y de eventos sueltos con menor repercusión televisiva.
El bookie
El book-maker o corredor de apuestas es la pieza clave de todos los locales. Él es el encargado de poner el precio a la apuesta y a la cantidad a ganar. Ninguna de las operadoras ha sabido explicar cómo realizan su trabajo, pero todas tienen claro que es el puesto de trabajo mejor pagado y más preciado. Normalmente, su puesto de trabajo se encuentra en la central de la compañía. En una retransmisión en directo, el bookie tiene que realizar millones de cálculos que deben hacer que la empresa siempre gane aunque, en determinados momentos, pueden permitir que pierda la compañía para tentar al jugador. "Son personas especiales con un cerebro priviligiado" coinciden en afirmar, "varios fallos suyos pueden llevar a la empresa a la ruina".