
Carrefour España cerró 2015 con un beneficio neto de 254,53 millones de euros, lo que supone una mejora del 36% respecto al ejercicio anterior, y sus ventas volvieron a crecer por primera vez en cinco años.
Así se desprende del informe de cuentas depositado en el Registro Mercantil, en el que la cadena de distribución revela que el aumento de su facturación en España fue leve, de apenas un 0,18%, hasta los 7.346 millones de euros.
"La fuerte caída del precio de los carburantes ha impactado negativamente en la facturación, pese a haberse incrementado significativamente el volumen de compra de nuestros clientes", recoge el documento.
El resultado de explotación de Carrefour España se situó en 64 millones de euros, más del doble que en 2014, cuando alcanzó los 26,3 millones.
La empresa gestionaba un total de 139 establecimientos en el país -a los que se sumarán los 36 hipermercados que adquirió a Eroski en febrero de 2016- y empleaba a cierre del ejercicio 32.610 personas, un 1,7% más que un año antes, de los que el 85% tenían contrato fijo.
En concepto de impuesto de sociedades abonó el pasado año 11,52 millones de euros, y la remuneración de los ocho miembros de la dirección de la compañía -uno más que en 2014- ascendió a 5,65 millones de euros.
Los responsables de la cadena destacan en el informe que los resultados de 2015 "hacen patente la buena gestión de los últimos ejercicios", al haberse adaptado "a los cambios del entorno económico en el que opera y a los cambios en los hábitos de consumo de sus clientes" ofreciendo una mejor experiencia de compra.
Durante 2016, Carrefour pretende "continuar con su expansión con una fuerte orientación hacia el multiformato" y ya está abriendo "a ritmo sostenido establecimientos en varios formatos, principalmente tiendas de proximidad".
Sobre sus proveedores, la compañía de hipermercados señala que el período medio de pago se sitúa en 15,24 días de media.