
Con la puesta en marcha de la Unión Bancaria se multiplicaron los frentes supervisores y reguladores que examinan a los bancos. El alud de formularios a cumplimentar cogió tal volumen que las entidades se han visto obligadas a reforzar sistemas y personal sólo para atender este cometido cuando una prioridad, y consejo de los supervisores, es reducir la partida de costes cuando los ingresos flaquean por el escaso negocio y los tipos casi cero. La situación condujo casi desde el principio a la industria a criticar, al unísono, agriamente la insaciable demanda y reclamar soluciones.
Las autoridades ya trabajan para simplificar la recolección de datos y aumentar la colaboración entre ellos. El Mecanismo Único de Supervisión, imbricado en el BCE y encargado de vigilar por la solvencia de las entidades; y su homólogo de Resolución, al que le corresponderá garantizar la liquidación o auxilio de entidades en quiebra de forma ordenada, ha firmado, por ejemplo, un memorando de entendimiento que incluye intercambios ad hoc y regulares de información.
Intercambio de datos
"Para parte del trabajo el SRM -sistema único de resolución, por sus siglas en inglés- utilizará la información específica de un banco que esté disponible en el proceso de supervisión. Debemos evitar duplicaciones innecesarias en la recolección de información", desveló Ignazio Angeloni, miembro del BCE, en unas jornadas en Holanda celebradas la pasada semana.
El Ejecutivo común reconoce por su parte que trabaja con los supervisores europeos para reducir la carga de formularios "en la medida de lo posible" en una reciente respuesta al Parlamento Europeo, donde un diputado se interesaba por la duplicidad de envíos, sobre todo, en la operativa bursátil y de mercados.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrowskis, admite en el escrito de contestación que, sondeadas las entidades sobre esa problemática, se ha puesto en evidencia "incoherencias y duplicidad en algunos requisitos de la legislación, excesivamente complicados y no siempre proporcionados con respecto a los objetivos que se persiguen". La Comisión estudia -revela- la posibilidad de crear bases de datos europea integrada.
El problema de sobrecarga de reporte de datos y formularios se hizo patente cuando la UE imprimió ritmo a la creación de la Unión Bancaria para prevenir crisis bancarias y evitar que recayesen sobre el bolsillo de los contribuyentes de nuevo. Nace entonces el Sistema Europeo de Supervisión Financiera, compuesto por el mecanismo único de supervisión bancaria, junto a sus gemelos en Seguros (Eiopa) y en Mercados (Esma), la Junta de Riesgo Sistémico o la Autoridad Bancaria Europea (EBA), todos ellos para velar por el mismo objetivo de la estabilidad del sistema financiero.
El Banco de España frenó entonces el diseño de algunos nuevos formularios hasta su estandarización con el BCE para evitar duplicidades, pero el sector espera una coordinación superior a escala global que evite reportes multiplicados.