
Sacyr ha puesto el foco en los nuevos programas de inversión en concesiones de carreteras que se están gestando en Brasil. La empresa española, que a través de su filial portuguesa Somague ya tiene una destacada posición en construcción, está analizando distintos proyectos para presentar ofertas y tratar de regresar con esta división al país, del que salió hace casi ocho años cuando vendió Itínere a Citigroup, según explican fuentes conocedoras de los planes de la firma.
La compañía que preside Manuel Manrique busca así avanzar en su expansión internacional en el negocio de concesiones, que ya es el mayor generador de beneficios del grupo, con un nuevo mercado en el que podrá aprovechar las presencia de Somague para la construcción de las infraestructuras. La estrategia de Sacyr se centra en obtener proyectos greenfield (construcción y explotación).
Tras varios años en los que la incertidumbre se instaló en Brasil por la crisis económica y política, el nuevo Gobierno de Michel Temer pretende recuperar la confianza de los inversores internacionales y retomar los planes de desarrollo de infraestructuras. En este sentido, el país contempla, dentro del Program de Inversión en Logística, la ejecución de proyectos de autopistas de peaje con una inversión total estimada de 49.400 millones de reales brasileños (13.600 millones de euros al cambio actual).
El plan, auspiciado por la Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT), incluye 15 vías que en conjunto suman 6.949 kilómetros distribuidos entre los estados de Santa Catarina, Rio de Janeiro, Sao Paulo, Mato Grosso, Mato Grosso del Sur, Rondonia, Rio Grandel Sur, Goiás, Minas Gerais, Pernambuco, Pará y Bahía.
Oportunidades en Sao Paulo
Adicionalmente, hay oportunidades en algunos Estados, como Sao Paulo, que recientemente ha puesto en marcha la consulta pública del proceso de licitación internacional del lote Itaporanga-Franca, conocido como Rodovias dos Calçados, de 747 kilómetros de carreteras a lo largo de 35 ciudades del Estado y con una inversión inicial estimada de 1.430 millones de dólares (1.273,54 millones de euros) durante los 30 años de la concesión.
Precisamente, Sao Paulo es en el que Itínere concentraba sus concesiones en el país (442 kilómetros), a través de Triángulo do Sol, que en el marco de la venta a Citigroup en 2008 terminó en poder de la italiana Atlantia. Sacyr también tuvo activos concesionales en la actividad de agua, a través de Valoriza, hasta 2014.