
El relevo generacional acaba de llegar a la cúpula de Globalia. El presidente del grupo turístico español, Juan José Hidalgo, anunció ayer el nombramiento de su hijo Javier Hidalgo como nuevo consejero delegado ejecutivo del holding. Hasta el momento, Javier Hidalgo ejercía de director general, cargo que compaginaba con la gestión de Pepephone, compañía de telefonía móvil ahora en manos de MásMóvil.
Juan José Hidalgo, de 75 años, da un paso más en su sucesión, colocando a su hijo en un cargo de nueva creación en la compañía. Javier, además, es el único de sus tres hijos que no cuenta con acciones de Globalia tras la venta en abril de 2013 del 5% que ostentaba en la firma al empresario balear Abel Matutes. No obstante, Juan José Hidalgo permanecerá al frente del grupo.
De hecho, el fundador del grupo se mantiene como máximo accionista con un 51,58% del capital, seguido por el Banco Popular (9,9%), el hermano del empresario (9,1%), Unicaja (7%), las hijas del propietario (María José y Cristina, con un 5,14 cada una), su mujer (5%), además de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno (2%).
Hasta el pasado junio, Javier Hidalgo concentraba el grueso de actividad en la presidencia de PepePhone, compañía ahora adquirida por MásMóvil por 158 millones de euros. Precisamente, ese importe es el que se han repartido los dos principales accionistas del operador de lunares: Hidalgo y su socio Rosauro Varó.
El movimiento de Hidalgo en la primera línea ejecutiva Globalia coincide con el nombramiento de Pedro Serrahima en la dirección general del grupo turístico. Entre otros méritos, Serrahima convirtió en un éxito la gestión de Pepephone, operador móvil virtual que goza del mayor índice de fidelidad de todo el negocio de la telefonía.
Del movimiento ayer anunciado por Hidalgo se despeja una de las incertidumbres que rodeaba en torno a la ocupación del entonces director general de Pepehone, una vez que la compañía se ha integrado en el denominado cuarto operador de telecomunicaciones.