Ence ingresó 11,4 millones de euros durante el primer semestre del ejercicio, un 48,7 por ciento menos que en el mismo período del año anterior, afectada por los menores precios de venta de la celulosa y de la energía, que incluso han llevado a la empresa a parar su generación con biomasa para no copar el límite de producción regulatorio de 6.500 horas anuales que sufre la tecnología.
Lastrado por esos dos factores -compensados ligeramente por un incremento de ventas de celulosa del 3,9 por ciento- el resultado bruto operativo (ebitda) del período ha bajado un 26,1 por ciento, hasta los 63,1 millones.
La merma de ingresos ha impactado en el flujo de caja, que experimenta una bajada del 48,5 por ciento, cerrando el período en 32,1 millones. La deuda asciende a 259,4 millones, un 7,6 por ciento más desde diciembre.
Sin embargo, el margen del ebitda ajustado se ha quedado en el 22 por ciento, lo que permitirá, según declara su consejero delegado, Ignacio de Colmenares, "cubrir holgadamente las inversiones previstas y el compromiso de retribución de los accionistas".
Mejor el segundo semestre
De Colmenares también augura una segunda parte del ejercicio mejor que la primera, por la recuperación de los precios de la celulosa -tras bajar un 8,3 por ciento, asevera que "han tocado suelo"- y por una mayor demanda global que ya se percibe, puesto que ha crecido un 4 por ciento durante el semestre, con un repunte en China del 16,3 por ciento.
Contribuirá más a mejorar el resultado la factoría de Navia, que durante el mes de julio incrementó su capacidad en 20.000 toneladas anuales, con lo que ya alcanza las 540.000 toneladas anuales. Las inversiones en el negocio de celulosa suman 38,7 millones, la mayoría -22,1 millones- en esta planta y en la de Pontevedra.
Además, se prevé que la eficiencia de esta rama del negocio mejore, hasta lograr un cash cost de 350 euros por tonelada al final de año, desde los 366,8 actuales.
28,8 millones recuperados
En energía, durante la segunda parte del año, la firma espera ingresar 28,8 millones adicionales como resultado del cambio de clasificación de la planta de 41 MW de Huelva, antes incorrectamente clasificada y peor retribuida por el Ministerio de Industria.
En los próximos dos trimestres también se agotarán las 6.500 horas de operación máxima de las instalaciones, que durante el primer semestre han operado 2.166 horas, frente a 2.578 horas de 2015, por los bajos precios del mercado eléctrico mayorista. Esos dos factores han mermado los ingresos de la división un 22,4 por ciento, dejándolos en 25,5 millones.
Adicionalmente, en el segundo semestre se culminará la venta de unos terrenos, lo que generará una plusvalía de 14 millones.