Empresas y finanzas

La lavadora sin detergente no termina de cuajar en China

Paula Rosas

Pekín, 25 sep (EFECOM).- La lavadora que no utiliza detergente, una de las mayores apuestas del gigante de los electrodomésticos chino Haier, con la que espera ampliar su cuota de mercado en China y conquistar los mercados extranjeros, no termina de cuajar.

Haier, cuarto mayor fabricante de electrodomésticos del mundo, comenzó a principios de mes una campaña publicitaria en 100 ciudades chinas para vender la idea de la lavadora sin jabón, un producto que la compañía registró hace tres años.

La inigualable reputación de la firma en el país no parece ser suficiente para animar a los chinos a comprar el innovador producto.

Al parecer, la mayoría sigue pensando que lavar sin jabón no deja la ropa limpia, a pesar de que hasta hace un siglo lo habitual en China era lavar simplemente con agua y unas hojas.

La compañía, que ha vendido cinco millones de lavadoras en lo que va de 2006, sólo ha conseguido comercializar 200.000 aparatos del modelo que no utiliza jabón en los últimos tres años, por lo que se ha puesto manos a la obra para relanzar uno de sus productos más innovadores.

Haier exporta su lavadora a varios países de América, Europa y el Sudeste asiático, aunque "las cifras de exportación son tan pequeñas que no merece la pena citarlas", explicó a Efe el director de información de la compañía, Ji Guang Qiang.

La lavadora sin detergente se basa en el mismo principio activo del jabón, que utiliza la interacción de los iones alcalinos (del detergente) con los ácidos (de la ropa) para limpiar las sustancias sucias.

Para conseguir esta interacción, la lavadora electroliza el agua y crea estos iones que limpiarán las prendas, al igual que el álcali del jabón se utiliza para contrarrestar el ácido de la ropa.

"Al no usar jabón, no es necesario cambiar el agua", explicó Ji, "con lo que el ahorro es mayor y protege el medio ambiente".

Haier está convencida de que el producto marcará un punto de inflexión en el mundo de las lavadoras y pasará a convertirse en un éxito de ventas, señaló Ding Laiguo, director general del departamento de soluciones de lavado.

Sin embargo, la desconfianza de los consumidores podría no ser el único obstáculo con el que se encontraría la innovadora tecnología.

Cuando un modelo similar salió al mercado japonés de la mano de Sanyo Electric en 2002, los fabricantes de detergente alzaron las armas y declararon la guerra a las "desagradecidas" compañías de electrodomésticos.

Sin perder tiempo, la principal asociación de jabones y detergentes japonesa publicó un estudio sobre los malos resultados del lavado sin detergente que, decían, dañaba los tejidos, conclusiones a las que se adhirieron asociaciones similares en otros países, entre ellos España.

Haier, que copa en este sector de las lavadoras el 30 por ciento del mercado chino, espera vender 120.000 máquinas del modelo sin detergente en 2006, con las que quiere arañar clientes del segmento alto, especialidad de las compañías extranjeras.

Mientras que las firmas locales son las reinas indiscutibles de los estratos más bajos, con lavadoras que no superan los 125 dólares (unos 100 euros), la mayoría de las marcas foráneas se han especializado en productos de mayor calidad, como las lavadoras de tambor rotatorio de apertura frontal.

Los fabricantes chinos, sin embargo, intentan ahora dar un giro a esta situación tras conocer que las ventas de modelos baratos de lavadoras, su fuerte, se redujeron del 43 por ciento en enero de 2005 al 27 por ciento en junio de este año. EFECOM

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