
El Tribunal Supremo de Suiza ha condenado a Israel a pagar 230.000 euros a Irán como sanción por retrasarse en el pago de una deuda de finales de los años setenta del pasado siglo por valor de 1.200 millones de dólares, cuando ambos países aún mantenían relaciones, y antes de que se produjese la Revolución Islámica de 1979 que expulsó a la monarquía del país.
La Compañía de Petróleo Transasiática, controlada por Israel, ha perdido su recurso de apelación en un largo proceso de arbitraje internacional. Se confirma así la resolución que le obliga a pagar ese importe a la petrolera estatal iraní, junto con la multa y, además, a afrontar el pago de las costas, que ascienden a 184.000 euros, según ha informado hoy el diario israelí Haaretz.
El levantamiento de las sanciones a Irán y, por tanto, a su petrolera nacional, ha desbloqueado el pago del importe adeudado desde que ambos países, que en la actualidad se han jurado enemistad mutua y que no mantienen siquiera relaciones diplomáticas, aún eran aliados.
El caso lleva décadas en los tribunales internacionales y procede de una sociedad creada por ambos países con dos empresas: el oleoducto Eilat-Ashkelon, que transportaba petróleo iraní desde el Mar Rojo hasta el Mediterráneo, y Petróleo Transasiático, que operaba una flota de petroleros que vendía el fuel iraní a clientes europeos.
Israel se negaba
La sociedad dejó de funcionar repentinamente tras la Revolución Islámica, cuando ambos países cesaron sus relaciones y se convirtieron en acérrimos enemigos, situación que prosigue hasta hoy.
Pese a que el derecho internacional es claro en materia de sucesión de estados, Israel se había negado a aflojar su cartera hasta la fecha.
Irán denunció a Israel por el petróleo impagado y por la mitad del valor de la sociedad, y reclamó 7.000 millones de dólares en diversos procedimientos, de los cuales ya ha ganado dos en cortes de arbitraje.
El caso principal, que reclama el pago de la mitad del valor de la sociedad, todavía no ha sido objeto de sentencia.