Empresas y finanzas

La cadena catalana de electrodomésticos Miró vuelve a la quiebra

La cadena de electrodomésticos Miró ha vuelto a la quiebra. El fondo suizo Springwater, propietario de la firma desde 2014, ha presentado en los juzgados de Barcelona el concurso de acreedores, tras dos años tratando de salvar la compañía, tal y como ha recogido La Vanguardia y han confirmado fuentes del sector a elEconomista.

Kabaena Directorship, la sociedad controlada por el fondo de capital privado suizo, se adjudicó la unidad productiva de Miró tras una subasta judicial a finales de 2014 y que le permitió salvar casi 70 establecimientos y 476 puestos de trabajo. Sin embargo, los problemas de la firma se remontan a 2011, cuando tuvo que suspender sus pagos al arrastrar una deuda de 280 millones de euros.

La escasa capitalización de la compañía, la escasez de financiación bancaria, unido a la exigencia de los proveedores de cobrar al contado sus facturas (que, a su vez, ha conllevado una falta de suministro en las tiendas) han imposibilitado que la compañía siga adelante pese a los intentos del fondo controlado por Martin Grushka de salvarla. En este sentido, hace apenas unos meses, Springwater planteó una nueva estrategia que conllevó el cierre de 15 establecimientos -para centrarse especialmente en Cataluña y Baleares- y la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a 120 trabajadores, el 25% de la plantilla.

Con todo, tras año y medio en la gestión, Springwater ha enviado a la cadena de electrodomésticos a liquidación. El juez tendrá que valorar entonces si hay responsabilidad de los administradores (en este caso, de Martin Grushka) en lo ocurrido. La única esperanza que queda a Miró es la posibilidad de que, como pasó en 2014, algún inversor se interese por la unidad productiva y la adquiera en una nueva subasta.

En la actualidad, Miró cuenta con 45 establecimientos y más de 300 empleados en su plantilla, que están al corriente de pago. El año pasado, su facturación ascendió a unos 95 millones de euros, mientras que el beneficio fue negativo.

Cabe recordar que Springwater desembolsó tres millones de euros en la subasta para hacerse con Miró en noviembre de 2014. Un año después, logró que la firma de financiación alternativa Gordon Brothers le prestara cinco millones. Y este año, Springwater aumentó el capital de Kabaena, que era de 3.000 euros, hasta los 2,2 millones. Sin embargo, esta cifra se aleja de los 23 millones de euros comprometidos tras la subasta pública de la compañía.

Miró es la segunda participada de Springwater que va a la quiebra en tan sólo dos meses. A principios del mes de junio, Unipapel presentaba el preconcurso de acreedores tras no poder renegociar las condiciones de deuda con Adveo, el anterior propietario de la firma.

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