
Tres semanas después, ¿cómo analiza la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea?
Es, sin duda, una votación histórica y que tendrá consecuencias importantes en el plano político. A lo largo de los últimos setenta años, el mundo desarrollado ha encontrado en la construcción de espacios económicos integrados una herramienta de estabilidad política. Desde ese punto de vista, el voto del Brexit constituye un cambio total. Debemos respetar la decisión del pueblo y su mensaje. No cabe duda de que no es ajeno al movimiento de globalización y libre cambio que ha beneficiado a la economía mundial, pero que también ha agravado las desigualdades.
¿Cuáles serán las consecuencias para el Reino Unido?
Me mantengo al margen de la política, pero la nueva primera ministra Theresa May ha indicado que tendrá en cuenta el referéndum y el año que viene activará el artículo 50 que marcará la retirada del Reino Unido de la UE y el comienzo de un nuevo proceso de negociaciones. Se abrirán numerosas opciones a las que nos adaptaremos. También quiero recordar que los países miembros del G20 se han comprometido a no aumentar las barreras proteccionistas en una economía que se ha vuelto global. Desde esta perspectiva, una vuelta atrás parece poco probable. No creo que a un banco británico se le pueda impedir proseguir con sus actividades en el resto de Europa. El Reino Unido defenderá su sector financiero y se producirán evoluciones reglamentarias a las que tendremos que adaptarnos.
¿Los mercados han mostrado síntomas de tensión en el Reino Unido con el hundimiento de la libra y la congelación de varios fondos inmobiliarios. ¿Existe riesgo de crisis financiera?
No, yo no espero otra crisis financiera en el Reino Unido. Desde la quiebra de Lehman Brothers en 2008, las autoridades han instalado varios cortafuegos y los bancos están mucho mejor capitalizados y seguros. Además, el regulador ha establecido que los capitales de las filiales internacionales de grandes grupos sistémicos no sean fungibles con los de la matriz y que estas entidades, bien capitalizadas, cuenten en todos los casos con un equipo de dirección controlado por el supervisor local.
¿Dónde están los principales riesgos del sistema financiero en este momento?
Los bancos centrales tratan de resolver los problemas de crecimiento con políticas monetarias increíblemente acomodaticias, con repercusiones muy importantes para el mundo financiero. No hay que tomarse a la ligera los tipos de interés negativos. No se sabe cuánto costarán a fin de cuentas, pero llegará sin duda el día en que los efectos positivos de estas políticas monetarias podrán compensarse con impactos negativos en el conjunto del sector financiero. De hecho, el modelo de negocio de las aseguradoras, los fondos de pensión y hasta los bancos se basa en rendimientos positivos. Japón está viviendo una experiencia de tipos de interés muy bajos después de años.
¿El Brexit propinará un duro golpe al centro financiero de Londres?
No hay que olvidar un principio clave de los mercados financieros: los clientes que buscan financiación van allí donde residen los grandes proveedores de capital y no a la inversa. Lo que es determinante para un centro financiero no es tanto la presencia de bancos como la de gestores de primer orden. Francia dispone de un ahorro muy abundante y se beneficia de actores importantes pero según este criterio. Londres sigue siendo el mayor centro financiero de Europa con sus fondos de cobertura, fondos mutuos y de pensión, a imagen de Nueva York, que aloja a los mayores inversores mundiales, como por ejemplo BlackRock o Fidelity.
¿La salida del Reino Unido de la UE modificará la estrategia de Barclays?
En marzo diseñamos nuestra visión estratégica para el grupo: un banco transatlántico arraigado en Londres y Nueva York y dedicado a nuestros clientes. Gracias a sus 325 años de historia, Barclays es lógicamente el líder de la banca universal del Reino Unido, al servicio de particulares y empresas, y dispone del tamaño necesario para ser rentable. También es un banco de financiación e inversiones global, al servicio de los estados, las grandes empresas, entidades financieras e inversores. El Brexit no modificará nuestra estrategia y Europa sigue siendo crucial para nosotros. Somos, por encima de todo, uno de los grandes bancos socios del estado francés para sus emisiones de deuda y desde hace más de una década el primer banco extranjero en la materia.
¿Venden parte de actividades de banca minorista, en especial en Francia. ¿Tan difícil es imponerse en este mercado?
La banca minorista sigue siendo un eje estratégico pero en el Reino Unido. Es cierto que hemos decidido alejarnos del conjunto de esta actividad en la Europa continental. Algunas operaciones han finalizado; otras, como en Francia, se encuentran en fase de negociación exclusiva. Estoy convencido de que la banca de particulares se exporta mal y presenta pocas sinergias entre los diferentes mercados nacionales. Hace falta mucho tiempo para crear una relación de proximidad y confianza. Vender servicios financieros a clientes particulares con una escala mundial es una estrategia de muy compleja ejecución.