Empresas y finanzas

O2 valdría entre 9.000 y 12.200 millones; Telxius, hasta 6.200 millones

  • Telxius tendría una valoración de hasta 6.200 millones

Telefónica ha puesto su mirada en los mercados bursátiles para buscar fondos con los que cumplir sus objetivo de reducción de deuda. Tras las turbulencias que han sacudido a las bolsas internacionales y la negativa por parte de Bruselas a la venta de O2, la compañía ha decidido reactivar las salidas a bolsa de su filial británica y de la firma de infraestructuras, Telxius.

Con ambas Operaciones Públicas de Venta (OPV), la teleco que preside José María Álvarez-Pallete podría llegar a captar hasta un máximo de 6.600 millones de euros con los que reducir su deuda de 50.213 millones de euros.

La teleco española sólo quiere colocar parte de ambas compañías, ya no está entre sus planes "perder la posición de control". Así, fuentes del mercado y fuentes cercanas a la firma han asegurado que Telefónica podría sacar a bolsa entre un 25 y un 35 por ciento de O2 Reino Unido y hasta un 40 por ciento de Telxius, con el que preveía lograr entre 1.500 y 2.500 millones de euros. Estas cifras de recaudación supondrían valorar al grupo de infraestructuras en entre 3.750 millones y 6.250 millones. Por su Bloomberg publicó en mayo una valoración estimada por el cien por cien de la filial de hasta 5.000 millones.

En cuanto a la filial británica, Telefónica podría llegar a recaudar un máximo de 4.200 millones de euros con la venta del 35 por ciento si la compañía sale a cotizar en línea con las telecos de Reino Unido.

Si se realiza una comparativa con las principales compañías de telecomunicaciones de Inglaterra (Vodafone, BT, Inmasat y TalkTalk Telecom), el cien por cien de la filial de Telefónica podría llegar a valer en bolsa 12.200 millones de euros. El multiplicador promedio que sale de dividir la capitalización de las firmas cotizadas entre su ebitda es de 6,8 veces, cifra que se multiplica por 1.800 millones de euros, el oibda logrado por O2 en 2015, para lograr la valoración.

Desde el mercado estiman que la filial británica de Telefónica tendría que salir a cotizar en línea con las firmas europeas, lo que rebaja la valoración prevista hasta los 8.867 millones de euros. El multiplicador utilizado en este caso es de 4,9 veces, muy inferior al que se aplicaría para valorar la compañía en el caso de que se vendiese a otra empresa. En este caso se situaría entre los 6,5 y las 7 veces ebitda.

"La mejor alternativa para Telefónica, que tiene el objetivo de reducir deuda, es vender O2 a un operador ya que le va a suponer más ingresos que sacarlo a bolsa. Con la venta puede valorar la filial con un múltiplo mayor que con la colocación en los mercados", explica a este diario Andrés Bolumburu, analista de Sabadell.

Los planes alternativos

Telefónica es muy consciente de que vender O2 es más rentable que sacarlo a bolsa. No en vano, la OPV era la tercera opción de la firma tras la negativa de Bruselas a su acuerdo de venta a Hutchison. El primero de ellos consistió en reintegrar a la subsidiaria en el perímetro contable de Telefónica, con el impulso que eso representará en las cuentas del segundo trimestre. Era algo prácticamente obligado desde el punto de vista contable, aunque tuviera un carácter provisional, como así ha resultado.

La segunda alternativa de Telefónica con O2 Reino Unido consiste en la búsqueda de un comprador que no ofreciera problemas regulatorios, como los sufridos con Hutchison. Ese plan B era el más deseado en el grupo español, ya que suponía mantener el proyecto inicial de obtener pingües ingresos de la noche a la mañana. Y esa salida airosa para O2 sigue abierto y en el punto de mira de la teleco. Sin embargo, Telefónica necesita una inyección financiera con relativa urgencia para tranquilizar a los inversores que temen por su dividendo o por una ampliación de capital.

Y en ese escenario irrumpe la alternativa bursátil, un camino ya explorado por Telefónica con otras filiales como paso intermedio para forzar a algún comprador indeciso a rematar la jugada. Algo parecido ya sucedió con Atento, subsidiaria de Telefónica que tenía todo dispuesto para saltar al parqué y que finalmente fue comprado en el otoño de 2012 por Bain Capital por 1.039 millones de euros. No es la primera vez, que una empresa amenaza con salir a bolsa para acelerar la compra. El último caso lo protagonizó en España hace dos años el cablero Ono, poco antes de que Vodafone finalmente la comprara.

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