De las dos compañías en liza para desarrollar el medio de transporte ideado por el multiemprendedor Elon Musk, Hyperloop One ha vuelto a tomar la delantera a HTT con otra de sus fabulosas propuestas. La última es conectar Helsinki, en Finlandia, con Estocomo, en Suecia, utilizando esa tubería casi mágica que -dicen- algún día escupirá a personas a más de 1.000 km/h.
El proyecto nórdico es quizá el más singular de los que se han esbozado hasta ahora (Los Ángeles - San Francisco; Bratislava - Viena; Rusia - China), por cuanto es el primero que se enfrentaría al complicado paisaje de una ribera marítima. De hecho, obligaría a la construcción de un túnel submarino para cruzar uno de los brazos del Báltico.
Todo con el aval de la consultora KPMG, con el reclamo de unir ambas capitales en sólo 30 minutos, y con una arriesgada afirmación: construir esta línea costaría poco más de 19.000 millones de euros para unos 480 kilómetros de distancia, de los que 3.000 irían destinados a un túnel bajo el archipíelago de las islas Åland.
Una estación cada 50 km
Eso hace unos 39,5 millones de euros por kilómetro, una cifra que según Hyperloop One mejora la de cualquier propuesta para construir una línea de alta velocidad 'convencional'. Dadas sus propias previsiones de demanda, esta empresa (que presume de haber conseguido poco más de 100 millones de dólares en inversiones de capital), calcula que el proyecto pasaría a números negros en sólo 10 años.
A partir de ese momento, prometen, los inversores del sector público y privado encargados de sustentar el proyecto podrían comenzar a recuperar su inversión mediante la venta de billetes, aunque sugieren también otra posibilidad complementaria y muy poco moderna, para ganar dinero desde el minuto cero: vender suelo recalificado junto a alguna de las nueve estaciones que se proponen para la línea. Una cada 53 km.
