
Duro Felguera ampliará su demanda contra Samsung hasta aproximadamente 175 millones de euros en el marco de la disputa que enfrentan por el proyecto fallido de Roy Hill Iron Ore, en Australia.
El incremento de la reclamación, que desde el pasado mes de marzo se encuentra en la Corte de Arbitraje de Singapur, se debe a que la compañía surcoreana ha ejecutado en los primeros meses de 2016 avales por unos 44 millones de euros y la intención de la ingeniería asturiana es sumar esta cantidad a los 130 millones que ya había reclamado, según señalan fuentes próximas a la empresa.
Los 44 millones de garantías ejecutadas por Samsung se suman a otros 42 millones de diciembre de 2015. Este importe se refiere a los avales correspondientes al alcance de los trabajos a realizar por Forge Group, el socio australiano de la asturiana en el consorcio que se adjudicó el proyecto Roy Hill. Su quiebra, hace dos años, desembocó en un conflicto que se ha elevado al arbitraje internacional, cuyo tribunal ya está formado. En el supuesto de que la resolución fuera contraria a los intereses de Duro Felguera, la firma dispone de avales de terceros que limitarían el impacto.
La empresa que preside Ángel Antonio del Valle considera que Samsung "ha incumplido principalmente su obligación de pago con la excusa de la aplicación de penalizaciones y existencia de defectos", según explica en una reciente comunicación a requerimiento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "Las adjudicaciones resueltas hasta la fecha concluyen que [...] no son aplicables por parte de Samsung", abunda. De igual modo, incide en que la empresa corana "no ha abonado trabajos adicionales aprobados", por los que Duro Felguera también ha interpuesto reclamaciones y que, según señala, "también se están resolviendo favorablemente mediante las adjudicaciones".
Duro Felguera y Forge firmaron con Samsung C&T Corporation en 2013 el contrato para la construcción de la planta de proceso de mineral de hierro del proyecto Roy Hill, cuyo importe ascendía a casi 1.000 millones de euros. Situado en Pilbara, en el noroeste de Australia, incluía, además de la planta, la construcción del puerto y el ferrocarril. El complejo minero ya está finalizado y entró en operación el pasado mes de diciembre. No obstante, el cliente final (Roy Hill, propiedad de la multimillonaria Gina Rinehart) no ha dado aún la aceptación total del trabajo a Samsung, al "encontrarse en disputas entre ellos".