
El banco ha sufrido el temor a una recapitalización que al final se ha materializado. El objetivo es convencer al mercado de que no habrá un castigo permanente por la necesidad de hacer más provisiones. Ron cree que el banco dejará de ser 'bono basura'.
El presidente de Banco Popular se muestra relajado tras haber convencido a los inversores de una segunda recapitalización en tres años y medio, pero marca una gran diferencia entre la primera ampliación y la segunda, porque en esta ocasión lo que hace el banco es provisionar para adelantarse a lo que pueda pasar. "Si ocurre todo lo que pensamos que puede llegar a pasar, estamos preparados. Y de no suceder, volveremos a una rentabilidad adecuada antes", sentencia Ángel Ron.
Reconociendo el malestar que muchos inversores antiguos pueden tener tras lo ocurrido con sus acciones, a estos les transmite que "si el banco ejecuta el plan de negocio y sus rentabilidades superan el coste de capital se producirá el reconocimiento del mercado". Ron, después de limpiar sentinas con la ampliación de 2.500 millones, presume del 14 por ciento de rentabilidad que genera el negocio core (pymes, profesionales, autónomos) de Popular, aunque reconoce que no hay solución milagrosa para ninguna entidad financiera que sufre las represalias de los bancos centrales. "El objetivo es lograr que la rentabilidad del banco sea superior a la de su coste de capital. Popular tiene un modelo de negocio fuerte, con retos que puede superar, y capacidad de ahorros de costes por sí mismo".
¿Se siente como Sísifo teniendo que repetir la operación de hace tres años, cargando otra vez con la piedra hasta arriba del monte?
[Se sonríe] Las condiciones son diferentes, la montaña tiene un perfil distinto y el perfil de lo que hay detrás de la montaña también es diferente. Hace casi cuatro años, el país tenía un riesgo de amenaza de intervención, la prima de riesgo estaba en 600 puntos básicos, y la expectativa de crecimiento del país estaba entre interrogantes. Yo creo que aquella operación, y es algo que me ha llegado de fuentes diversas, sirvió para dar una imagen de solidez de nuestro país. Un banco español que podía salir al mercado por un presunto déficit generado por un test de estrés. Hoy estamos en una situación diferente. Es el banco el que se anticipa ante un entorno de incertidumbres que se han ido poniendo de manifiesto especialmente a partir del mes de mayo. Algunas son específicas del banco, al ser penalizado en la valoración de un negocio principal del banco (que es muy rentable) por las coberturas de los activos no rentables. Al mercado le da igual que éstas se hayan construido de acuerdo con las normas y que se utilizaran recursos del banco. Se nos compara con entidades que han recibido ayudas públicas directas o indirectas, y algunas de ellas habiendo trasladado sus activos improductivos a la Sareb.
¿Por qué la ampliación ahora?
El banco con esta ampliación toma una medida de anticipación, voluntaria, para proteger el principal motor, la parte mejor y más relevante de un negocio de pymes, profesionales, autónomos, familias y un muy buen negocio de crédito al consumo. Somos nosotros los que damos el paso al frente. Y una vez las incertidumbres se vayan atenuando, no desapareciendo, dejaremos de estar penalizados.
¿Sólo había una oportunidad antes del Brexit, las elecciones en España, o la segunda parte del año amenazada por el fantasma de Donald Trump?
Entre las alternativas estratégicas que manejábamos, la valoración de todas estas incertidumbres ha acelerado la decisión. Ahora había una oportunidad. El mercado está ahí. La prudencia nos aconsejaba hacer esto cuanto antes, porque sólo dentro de un tiempo sabremos si las incertidumbres se concretan. Conjuntamente con los bancos aseguradores, hemos decidido que ahora se daba una oportunidad, que en el futuro no sabemos si se producirá.
¿Ha sido una iniciativa propia del consejo o espoleada por los bancos de inversión?
No, no. Esto ha sido una decisión absolutamente nuestra. Los bancos de inversión han acudido a nuestra petición.
¿Ángel Ron se jugó la presidencia capitaneando y sacando adelante la ampliación?
El ejercicio de responsabilidad del presidente de un consejo de administración está en tomar las decisiones necesarias, con independencia de si las decisiones gustan o no. Evidentemente, una decisión de ampliar capital para reforzarse, para clarificar el medio y largo plazo del banco, no es fácil. El mercado siempre valora más una decisión de estas cuando compras algo. No se habla con la claridad debida que el sector bancario está claramente en reestructuración. Vivimos una de las pocas ocasiones en la historia en la que las autoridades están diciendo que debe haber menos entidades, con un modelo de negocio claro, y más capitalizadas. Nosotros somos una entidad que no necesita reestructurar su modelo de negocio principal porque está sano. Debíamos convencer al mercado de que no iba a haber una penalización permanente por la necesidad de hacer provisiones. Hemos tomado la responsabilidad de hacer una carga anticipada para cuando se concreten algunas incertidumbres, y cuando se presenten dejar el futuro despejado. Desde esta perspectiva el consejo apoyó la ampliación.
¿La decisión fue unánime?
Basta ver el respaldo de la operación (el núcleo duro: Sindicatura, Allianz, Credit Mutuel, BX+ y Fundación Pedro Barrié de la Maza se va a diluir sólo del 22 al 21,6 por ciento).
¿Ha tenido sentido el escenario de rescate de Popular por La Caixa o el Santander?
Eso lo que pone de manifiesto es una visión del mercado que obligaba al banco a poner sus provisiones al nivel de los demás, porque de lo contrario su modelo de negocio principal no ofrecería los retornos que espera el inversor. Como haya sido utilizado por algún interesado yo no entro, pero digamos que esa rumorología siempre favorece a alguien, porque el banco tiene un negocio con pymes que es muy interesante.
¿El banco queda en una situación mucho más apetecible para un comprador en el mercado nacional como BNP, que tendría la intención de entrar siempre que pudiera coger una cuota significativa del mismo?
El banco va a tener tras la ampliación una posición de mayor fortaleza y su escenario central es permanecer independiente. Los precios objetivos que van de un 1,66 a 2,2 dejarían un descuento sobre el valor en libros equivalente al del resto del sector doméstico, salvo un caso. Si esto hace atractivo al banco para otros potenciales actores es algo que se verá, pero pensamos que es mejor para el accionista permanecer independientes.
¿Tras la ampliación, el banco va a tener una posición de ventaja frente a todas esas entidades que hacen cola para salir a bolsa y hoy les asustan las valoraciones que les daría el mercado: Unicaja, Ibercaja??
Todo tiene sus pros y sus contras. Hecha esta operación Popular no tiene ni el reto de ser más grande, y la posibilidad de ser más eficiente la tiene por sí mismo. Cualquier adquisición tiene una serie de implicaciones de gestión que habrá que analizar.
Se ha cubierto la ampliación. Se ha convencido a los inversores, pero quedan los analistas. Popular tiene hoy la segunda peor recomendación del Ibex 35, sólo superada por FCC. ¿Se puede quitar ese sambenito?
Los informes de analistas que han ido saliendo han colocado un precio de valoración muy superior al de mercado en su totalidad. Se producirá una mejora de las valoraciones con seguridad si el equipo de gestión del banco ejecuta el plan de negocio.
Hay bancos de inversión que no eluden otra futura ampliación de capital ¿Se puede negar una tercera ampliación de capital?
[Tajante] ¡Hombre claro! Si pensamos que hay una necesidad de una tercera ampliación de capital no haríamos ésta. Nosotros no estamos aquí para contentar a los analistas, sino para hacer lo que hay que hacer. Los analistas nos estaban diciendo que con respecto al promedio del sector tendríamos que provisionar entre 2.500 millones y 4.100 millones de euros. Podríamos haber ido al promedio, pero nos habrían castigado los que pensaban que teníamos que haber puesto más, y los que pensaban que tendríamos que haber provisionado menos se hubiesen contagiado. Hemos optado por el rango alto, para que las dotaciones sean un factor que desaparezca. Otra cosa es que los analistas piensen que no conseguiremos los objetivos de rentabilidad, porque el negocio es complicado. Eso es un reto de gestión, pero no implica capital.
Este año será de limpia. ¿En 2017 Popular dejará de ser 'bono basura'?
Yo creo que sí. Las respuestas que hemos tenido de las agencias de calificación han sido positivas, y algunas reuniones con analistas dicen que puede suponer una mejora de las calificaciones en un plazo más corto de lo que el mercado espera. Las agencias van a funcionar un poco como funciona el mercado, en la medida en que el plan de negocio se vaya cumpliendo. El primer hito será a final de año, cuando se hayan ejecutado todos los ajustes y se tenga una visión más clara del futuro.
El objetivo de Popular es volver a retribuir en efectivo, sin ampliaciones de capital, de forma estable en torno al 40 por ciento del beneficio. ¿En qué fecha?
Si se hace un ajuste de un ROTE del 9 por ciento sobre el capital tangible hay una ecuación sencilla de qué rentabilidades estaríamos hablando (algo más del 3,5 por ciento). El plan hemos tratado de hacerlo con exigencias, pero cumplible. Hacer previsiones a largo plazo es muy complicado. No podemos cometer el error de caer en una sobre expectación sobre la cuenta. La realidad nos dice que las exigencias regulatorias se incrementan, pese a que la realidad de la economía española es mejor.
¿Es preocupante que el nuevo inversor tenga carácter especulador y venda con celeridad, tratando de aprovechar el bajo precio de la ampliación (1,25)? A esto se une el estreno de los nuevos títulos el día del referéndum sobre el 'Brexit'.
Es algo que habrá que gestionar, pero hoy por hoy no le doy importancia. El fundamento de la operación es mayor que la coyuntura. Había que hacer la ampliación cuando se podía, y entre medias están estos acontecimientos que pueden tener interpretaciones negativas o positivas. El nuevo inversor tiene un perfil muy similar al que teníamos. Será inevitable que entren inversores a corto, que ya los tenemos. Invertir a la baja es tomar un riesgo muy elevado en esta situación porque los hedge están entrando muy por debajo de la valoración que aún con descuento el mercado está señalando.
Denuncia la asimetría entre posiciones largas y cortas...
Sabemos perfectamente cuándo hay una compra significativa de un accionista o un consejero, qué hacen y cómo lo hacen, pero no cuando hay posiciones cortas, que se construyen teóricamente sobre el préstamo de títulos [ironiza]. Las posiciones cortas -desnudas como se llaman en argot-, están prohibidas en España y tengo mis dudas de que se puedan controlar. Estamos viendo una actividad de los hedge enorme diariamente, y muchas operaciones pasan por sistemas de alta frecuencia que son muy difíciles de seguir y de controlar. A mí me gustaría saber quién presta al inversor en corto, y quién es el inversor de corto que está actuando con independencia del tamaño porque es paradójico que el porcentaje de préstamo de títulos sea permanentemente mayor que las posiciones cortas declaradas. También se debería conocer los intereses que cobran quienes prestan los títulos.