
El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), José María Ezquiaga, se ha ofrecido como mediador en el conflicto que ha puesto en peligro el mayor desarrollo urbanístico que se proyecta en la capital española, la Operación Chamartín.
Sin embargo, fuentes del sector aseguran a este periódico, que el Colegio no ha tenido en cuenta a los promotores de este proyecto (BBVA y Sanjose), que son precisamente los que han impulsado desde hace más de 20 años la renovación de la zona norte de la capital y que están dispuestos a desembolsar alrededor de 6.000 millones de euros. Así, aseguran que la propuesta del COAM estaba enfocada para las tres Administraciones implicadas: el Ayuntamiento de Madrid, el Ministerio de Fomento y la Comunidad de Madrid.
A todas ellas se les hizo llegar el lunes una carta de manera oficial, mientras que a la sociedad compuesta por la entidad financiera y la constructora, Distrito Castellana Norte, no se les ha invitado a la mediación de manera oficial, ya que únicamente se les ha remitido "una información del COAM con una copia de la carta enviada a las Administraciones para que estén al tanto del asunto", aseguran.
Ezquiaga recordó ayer ante los medios que el COAM es una "institución independiente que forma parte de la sociedad civil" y que, por supuesto, "no vamos a actuar como abogados de ninguna de las partes". Sin embargo, su capacidad para poder mediar con total imparcialidad se ha puesto en duda por parte de ciertos actores del sector, que destacan que el hijo de la alcaldesa, Manuel Leira Carmena, está dentro de la red de arquitectos del COAM y ha tenido varios puestos de responsabilidad en el organismo.
Como explicó él mismo en una entrevista con la revista Vanity Fair, formó parte de la Junta de Gobierno del Colegio de Arquitectos durante cuatro años y actualmente es uno de los miembros de la Junta de Representantes, tal y como aparece en su página web.
El mismo decano explicó ayer ante los medios de comunicación que su relación laboral con el Ayuntamiento está siendo muy buena y fluida en los últimos meses, ya que han trabajado juntos en distintos proyectos, como el de la remodelación de Plaza España.
Respecto a la importancia de DCN en el desarrollo del proyecto, Ezquiaga destacó que ahora mismo "el promotor es Adif, ya que es el principal propietario de los suelos sobre los que se va a actuar". Un discurso que coincide con el del concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, José Manuel Calvo, que ha repetido esta premisa en numerosas ocasiones ante los medios, sin tener en cuenta ambos que el gestor ferroviario tiene un contrato con la sociedad del BBVA y Sanjose para la venta de la mayor parte de sus terrenos.
Proyecto irrenunciable
El decano, que trabajó entre los años 2002 y 2010 en el desarrollo de un proyecto para la prolongación del Paseo de la Castellana, considera que este desarrollo es "es un proyecto irrenunciable para la ciudad de Madrid, urgente y que debe salir adelante desde el consenso". En este sentido, recalcó que el Ayuntamiento no debe plantear su proyecto "como un dogma", ya que es fundamental que "estén abiertos a sugerencias y que no actúen con imposiciones".
"Estamos muy preocupados de la deriva del proyecto, nunca ha sido fácil, pero en los últimos tiempos la situación de desencuentro amenaza con convertirse en irreversible", señaló Ezquiaga.
Por ello, el COAM "no puede ser testigo mudo" y por eso hace "este gesto de buena voluntad hacia las administraciones y llamada de atención a la opinión pública madrileña para recuperar el clima de consenso imprescindible". "El proyecto que finalmente salga adelante debe aportar una solución conjunta y respaldada por todos", enfatizó.
Asimismo, el decano recordó que está en marcha el debate y reforma de la ley del suelo de la Comunidad de Madrid, asi que "cabe la posibilidad de que el acuerdo que se plasme en la operación también se traslade a la ley, y viceversa, que la modificación de la ley no dificulte, sino que ayude a sacar el proyecto adelante".