
Abengoa ha rebajado las necesidades de liquidez que estableció en su plan de reestructuración el pasado mes de marzo como consecuencia de las desinversiones que tiene en marcha y de los proyectos que ha tenido que abandonar en las últimas semanas.
Houlihan Lokey y KPMG, los asesores contratados respectivamente por los bonistas y los bancos acreedores, están ultimando la due diligence del grupo andaluz y las cifras que se manejan en este momento son muy inferiores a las que fijaron hace dos meses. Entonces, estimaron que la ingeniería sevillana requeriría entre 1.500 millones y 1.800 millones de euros de nueva liquidez. Ahora, esta cifra se situaría por debajo de los 1.000 millones, aunque es susceptible de variar -fuentes financieras apuntan a que se maneja una horquilla de entre 1.000 milloens y 1.200 millones-.
El grueso de esta inyección correrá a cargo de los bonistas, entre los que figuran grandes gestoras de fondos como Blackrock, D. E. Shaw, Värde Partners, KKR o Eton Park o Centerbridge. Hasta entonces, con los créditos que los principales bancos acreedores, agrupados en el denominado G-6, y los bonistas han concedido en los últimos meses y los recursos que genera la actividad ordinaria del grupo, Abengoa tiene caja suficiente para afrontar los pagos inmediatos -fundamentalmente las nóminas de junio-, en un contexto en el que además las obligaciones de la compañía se han visto limitadas por la sustancial rebaja de la plantilla -que continuará con la salida de 500 empleados más en España en las próximas semanas- y por los ajustes en los gastos corrientes.
Mayor valoración de los ingresos
La rebaja de las necesidades de liquidez responde, por un lado, a una mayor valoración de los ingresos por las desinversiones que tiene en marcha -prácticamente todo tiene el cartel de se vende- y por el creciente número de proyectos que ha tenido que abandonar.
Hasta mediados de marzo, Abengoa había perdido contratos por 1.640 millones, que incluían dos plantas de biomasa en Bélgia y Reino Unido, una planta de tratamiento de agua en Colombia y una central de cogeneración en México. Además, tenía proyectos por 800 millones pendientes de resolver su situación.
El objetivo de Abengoa y los asesores es culminar la redacción del convenio en las próximas dos semanas. A partir de ese momento, se abrirá el periodo de adhesión para los más de 200 acreedores.