
Nissan será la primera empresa que permitirá a los ciudadanos de Reino Unido convertir sus coches eléctricos en una parte más de la red nacional, y utilizar sus baterías para vender la energía que les sobra durante periodos en los que la demanda sea más alta. De esta forma, la firma japonesa dispara directamente contra la línea de negocio de baterías de Tesla.
La fabricante de coches, que es la número uno del mundo en vehículos eléctricos (y la segunda mayor fabricante de Japón), se ha aliado con la eléctrica Enel para convertir los coches eléctricos que fabrica en baterías móviles.
"Creemos que los coches eléctricos pueden ser de hecho una unidad de potencia móvil, y ayudar a los consumidores a ahorrar en su factura de la luz", explica el máximo responsable de Nissan para Europa, Paul Willcox. La alianza podría suponer otro incentivo más a aquellos usuarios que se están planteando dar el salto a la tracción eléctrica.
Nissan y Enel van ahora a identificar a 100 usuarios de los vehículos eléctricos de la japonesa para participar en un programa piloto. A los voluntarios se les instalará un software específico que se encargará de participar en el mercado energético.
La idea es que el consumidor cargue la batería de su coche en las horas en que la electricidad sea más barata y, si el coche no va a ser utilizado y el precio de la luz ha subido respecto al momento de la carga, éste revenda parte de ella.
Para Enel el acuerdo tiene sentido en tanto que permite a la operadora probar nuevas tecnologías con las que solucionar uno de los problemas que tiene el mix energético actual: el balance de carga cambiante.
Puesto que las renovables dependen de un tiempo atmosférico siempre variable, cualquier solución que permita almacenar electricidad en los momentos en que sobre, y entregarla cuando hace falta, será bien recibida por las grandes eléctricas.