
Ferroglobe, la empresa resultado de la fusión de FerroAtlántica y Globe Specialty Metals dedicada al negocio de silicio metal, ha abandonado su actividad en China como consecuencia de la creciente competencia en este mercado y la caída mundial de la demanda. El grupo que controla Juan Miguel Villar Mir ha paralizado la planta de Mangshi, al suroeste de China, y analiza ahora su venta.
Además, debido a las condiciones desfavorables del mercado y ante las dificultades para conseguir todos los permisos de las autoridades locales, la compañía ha desechado acometer el desarrollo de la nueva instalación de Ganzi, que se proyectó como la mayor fábrica de silicio metal del mundo.
Hasta finales de 2015, FerroAtlántica, participada al 100 por cien por el Grupo Villar Mir, tenía 15 fábricas operativas en el mundo. En diciembre, poco antes de culminar su fusión con Globe, la compañía anunció el cese del plan para desarrollar la fábrica de silicio metal de Port-Cartier, en Quebec (Canadá).
La decisión de desactivar la planta de Mangshi, que FerroAtlántica adquirió a finales de 2010 en unas condiciones muy deterioradas y puso en marcha en 2012, se explica por la disminución de la demanda mundial de silicio metal y porque los competidores en China están importando este material, principalmente de Europa, de modo que el precio de venta es más bajo que el coste de producir en la fábrica de Ferroglobe.
La empresa ha decidido paralizar la fábrica, con capacidad de producir 36.000 toneladas de silicio metal y 12.000 toneladas de microsílice, al menos hasta que pueda ser rentable. "El incremento actual y previsto de la capacidad de producción china va a desestabilizar el mercado de modo significativo a largo plazo", advirtió ya en diciembre FerroAtlántica para justificar la rescisión del contrato en Canadá.
La multinacional que dirige Pedro Larrea estudia diversas alternativas estratégicas para la instalación, incluida su venta. De hecho, FerroAtlántica -antes de ser Ferroglobe- contrató a una firma especializada para realizar un análisis de deterioro de Mangshi en el que se recomienda el desguace de los activos y la venta de los terrenos y edificios. La compañía ha deteriorado en 36,98 millones de dólares (32,4 millones de euros al cambio actual) los activos de larga duración asociados a la instalación, cuyo valor del resto de activos se estima en 11,3 millones de dólares (9,9 millones de euros), que "dependiendo de las condiciones futuras del mercado pueden estar sujeros a deterioro adicional en el futuro", según explica la empresa en una comunicación a la SEC estadounidense.
Por la renuncia a construir complejo de Ganzi, que preveía producir 100.000 toneladas de silicio metal al año, una fábrica de silicio solar de calidad fotovoltaica (10.000 toneladas anuales) y cuatro centrales hidroeléctricas en el río LiQiu con una capacidad instalada total de 760 MW, Ferroglobe se ha anotado un deterioro de 9,28 millones de dólares (8,1 millones de euros). FerroAtlántica inició en 2008 las gestiones para desarrollar este proyecto, que se habría situado en la ciudad de Kangding, en el centro del país, y habría sumado inversiones por más de 1.000 millones de dólares (880 millones de euros).
Pérdidas de 43,26 millones
Ferroglobe se anotó unas pérdidas de 43,26 millones de dólares (37,9 millones de euros) en 2015, frente a los 38,43 millones de dólares (33,7 millones de euros) que habría ganado un año antes, de acuerdo con los resultados proforma de la firma, que se constituyó el pasado 23 de diciembre.