Almirall ha decidido reorientar su futuro al negocio de la dermatología. Tras vender la mayor parte de su división de respiratorio a la multinacional británica AstraZeneca en 2014, por 1.500 millones de euros, la farmacéutica catalana ha dedicado estos dos años a transformar la compañía hacia este sector. La dermatología ya estaba presente en Almirall, pero como una división menor. Ahora, tras los últimos resultados, presentados ayer, del primer trimestre del año, la dermatología representa ya el 43 por ciento de los ingresos de la compañía familiar.
"El crecimiento inorgánico en Dermatología sigue siendo la prioridad principal para 2016. La compañía utilizará su sólida posición de caja para financiar oportunidades de crecimiento en esta dirección", aseguró ayer Eduardo Sanchiz, consejero delegado del grupo a los analistas. A pesar de las compras realizadas ya el pasado año, Almirall todavía cuenta a cierre del primer trimestre 2016 con una posición de caja de 488,5 millones. "Esta posición de caja nos permite la posibilidad de realizar otras adquisiciones que creen valor para la compañía y para ustedes, nuestros accionistas", destacó en este sentido Jorge Gallardo, presidente del grupo, en la junta de accionistas del pasado viernes.
La reorientación del grupo hacia la dermatología ha hecho que su departamento de I+D también centre todos sus esfuerzos en esta área. Almirall ha vuelto a incrementar su gasto en investigación, tras unos años en el que estaba partida disminuía su importancia. La compañía tiene previsto gastar este año 22 millones de euros más en I+D y pasar de los 66 millones del año pasado a los 88 millones, casi un 11 por ciento de las ventas.
Mientras, el beneficio del grupo este año se sigue viendo lastrado -21 millones, un 49 por ciento menos- por los extraordinarios cobrados el año anterior tras su traspaso de activos con AstraZeneca. Las ventas, sin embargo, aumentaron en el primer trimestre y subieron un 2,7 por ciento.