
La Comisión Europea está valorando una polémica posibilidad: dividir de nuevo Alemania, aunque en este caso sólo en lo que respecta al sistema para fijar los precios que pagan los consumidores por su consumo eléctrico. La idea, que avanza el diario Handelsblatt consistiría en partir el país en dos mercados independientes.
El resultado más inmediato sería que quienes residan en el sur pasarían a pagar más por la electricidad que gastan, y los habitantes del norte verían cómo su factura se reduce sensiblemente.
La Comisión justifica esta curiosa propuesta en el fallo del gobierno alemán a la hora de equilibrar la carga de su red eléctrica. La situación actual es consecuencia de la acelerada transición energética del país hacia las renovables, y provoca que en el norte se genere más energía de la que se consume, mientras que en el sur ocurre lo contrario.
"Todos los países vecinos sufren este problema, porque Alemania está añadiendo una capacidad de generación completamente irracional (por sobredimensionada) en el norte, pero no está expandiendo su red de transporte", explica una fuente cercana a la Comisión.
"Dinamarca no puede exportar la energía que le sobra, y Polonia no puede importarla en los momentos en que más la necesita", añade. Eso va en contra del mercado único europeo de la energía, así que al dividir el mercado Bruselas forzaría a Alemania a mejorar su red de transporte para equilibrar el precio que pagan los diferentes consumidores.