La banca lleva meses librando una auténtica batalla por la captación de pymes y autónomos, un colectivo que genera una mayor rentabilidad. En esta guerra, como en todas, hay vencedores y vencidos. Las entidades que se están alzando con la victoria son Bankinter, Abanca y Kutxabank, que durante 2015 incrementaron la cartera de financiación (créditos, avales, derivados y otros productos) de manera orgánica en nuestro país.
Caixabank y BBVA también lograron elevar la exposición a este nicho de actividad, pero en su caso hay que tener en cuenta que absorbieron el ejercicio pasado el negocio minorista de Barclays y Catalunya Banc, respectivamente.
Estas compras han permitido a ambas reforzarse en este segmento, ya que la mayor parte del sector ha reducido su presencia, según los datos publicados por las propias entidades en sus informes de concentración de riesgos.
De hecho, Caixabank se ha convertido en líder de las pequeñas y medianas empresas y los autónomos, con los que acumula un riesgo de 33.269 millones de euros, lo que supone más de un 14% del mercado.
Hasta ahora, el Santander encabezaba la clasificación, pero en 2015 ha disminuido sustancialmente la exposición a este tipo de clientes, un 25%. Aún así, permanece en el podio, en el tercer lugar.
El segundo puesto lo mantiene el Popular, a pesar de haber recortado el stock de la financiación casi un 8%. El grupo que preside Ángel Ron casi duplica su presencia en esta actividad con respecto a la media de otros negocios.
BBVA se fortalece en este nicho al adquirir Catalunya Banc, pero aún queda alejada su posición con respecto a otros sectores ,al avanzar su cuota hasta el 10%.
Abanca, a doble dígito
En cuanto a las tres entidades que aumentan la financiación de manera orgánica a pymes, Abanca es la que registra el mayor crecimiento, con más de un 12%. Este resultado forma parte del plan para subir el volumen de préstamos a empresas y familias diseñado por la entidad en el marco de su plan estratégico sellado con Bruselas tras la adquisición de Novagalicia.
Bankinter, por su parte, eleva su exposición en casi un 9%, gracias al impulso de los nuevos créditos. La entidad que dirige María Dolores Dancausa ha sido el único banco en España que ha crecido en la crisis sin llevar a cabo compras ni fusiones.
Kutxabank también pretende ampliar su presencia en España, después de haber conformado su grupo con la integración de las cajas vascas y de haber absorbido Cajasur. El grupo tenía la intención de duplicar su tamaño en el medio plazo, pero la salida de la presidencia de Mario Fernández ha retrasado este objetivo, al descartarse cualquier operación de adquisición. Por tanto, el único camino es aumentar el negocio. En pymes, su riesgo total avanzó el ejercicio pasado cerca del 2%.
En crédito hipotecario a familias, otro de los focos puestos por el sector para atraer clientes y elevar su vinculación con el objetivo de ser más rentables, sólo Bankinter logra aumentar su stock (un 0,4%). En este caso, también Caixabank y BBVA incrementan la cartera gracias Barclays y Catalunya Banc.