
El Tribunal de Cuentas Europeo ha elaborado un informe donde concluye que la Unión Europea no ha conseguido el objetivo de realizar el mercado interior de la energía en 2014 -incluido en el Tercer Paquete de Medidas Energéticas-, que permita la libre circulación del gas y la electricidad, y su comercialización sin fronteras en todo el territorio de la Unión.
Las causas que estarían retrasando el desarrollo del mercado interior de la energía son los problemas en la aplicación del marco legislativo de la UE y las diferentes formas en que los Estados miembros organizan sus mercados energéticos. Si bien el informe señala un avance en la unión de los mercados europeos, los efectos del mercado interior de la energía todavía no se han manifestado sobre los precios.
A este respecto, se recomienda a la Comisión iniciar procedimientos de infracción contra los Estados miembros que proceda, antes de finales de 2016, velar para que la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (Acer) pueda desempeñar las funciones que le han sido atribuidas, fomentar el desarrollo de mecanismos transparentes para el comercio de gas y de electricidad, agilizar los procedimientos para la aplicación de los códigos de red, estudiar la posibilidad de fijar los objetivos de interconexión eléctrica en función de las necesidades del mercado, así como estudiar alternativas a la construcción masiva de gasoductos -terminales de GNL- en función de la demanda para dar servicio a uno o varios mercados.
Por su parte, los Estados miembros deben garantizar la independencia de sus autoridades reguladoras y no limitar sus competencias para que puedan participar plenamente en las actividades de cooperación a escala de la UE.
Infraestructuras energéticas
Respecto al tema de las infraestructuras energéticas, el informe señala que las existentes en algunos Estados miembros no garantizan de forma eficaz la seguridad del abastecimiento energético, porque no están preparadas para la plena integración de los mercados. Considera que no se ha llevado a cabo ninguna evaluación general de las necesidades de la UE que sirva para priorizar inversiones en dichas infraestructuras.
El Tribunal de Cuentas anima a la Comisión a evaluar las necesidades de infraestructuras energéticas de la UE e identificar aquellas que no estén siendo utilizadas a pleno rendimiento, valorar las ventajas de los gestores de redes de transporte a escala regional para gestionar con eficiencia los flujos de energía, introducir un instrumento de modelización de los mercados energéticos que incluya un amplio abanico de previsiones de la demanda, cooperación entre los Estados miembros y colaboración con las redes europeas de gestores de redes de transporte de electricidad y de gas a la hora de planificar las infraestructuras.
Apoyo financiero insuficiente
En el período 2007-2013, la UE destinó 3.700 millones de euros a inversiones en infraestructuras energéticas a través de diversos instrumentos y prevé aportar otros 7.350 millones en el período 2014-2020. La mayoría de estos recursos se ha utilizado para instalar interconexiones a escala regional y para reformar las infraestructuras energéticas existentes dentro de determinados Estados miembros. También se han empleado recursos para construir interconexiones transfronterizas, terminales de GNL e instalaciones de almacenamiento de gas.
Sin embargo, estos fondos sólo cubren aproximadamente el 5 por ciento del coste estimado de las necesidades de inversión en infraestructuras identificadas en los planes decenales de desarrollo de la red en los sectores de electricidad y gas, por lo que se hace necesario destinar estos fondos a los proyectos más importantes en función de las necesidades estratégicas.
El informe señala que el apoyo financiero por parte de la UE a las infraestructuras energéticas ha contribuido en escasa medida al mercado interior de la energía y a la seguridad del abastecimiento energético, a pesar de disponer de diversos instrumentos de financiación para apoyar este tipo de proyectos. Además, la insuficiente priorización de este tipo de proyectos, ha reducido la eficacia de la financiación de las infraestructuras.
De los 15 proyectos de infraestructuras energéticas cofinanciados por la UE, examinados en la fiscalización por el Tribunal de Cuentas Europeo -10 de gas y 5 de electricidad-, tan sólo uno ha tenido una repercusión significativa en el mercado interior de la energía: la línea de interconexión eléctrica EstLink 2 entre Finlandia y Estonia, terminada y plenamente operativa, con una capacidad de transporte de 650 megavatios, que está teniendo un efecto positivo en el mercado eléctrico, sobre todo en Estonia, donde se ha reducido la volatilidad de los precios de la electricidad y logrado su convergencia con los de Finlandia.
Otro proyecto importante que merece la pena destacar, finalizado recientemente y que ha pasado a estar disponible para su uso, es la línea de interconexión eléctrica Francia-España. El coste total del proyecto ha superado los 700 millones de euros, debido a que el soterramiento de la línea a través de los Pirineos aumentó las necesidades de inversión con respecto a lo que habría supuesto un cable en superficie. El enlace ha duplicado la ratio española de interconexión eléctrica de un 3 a un 6 por ciento y ha incrementado la francesa de un 10 a un 11 por ciento.
El resto de proyectos ha tenido escasa repercusión en el mercado interior de la energía, porque muy pocos han finalizado.