
Engañar a los clientes y, en general, al mercado, tiene un precio. La firma alemana Volkswagen ha presentado hoy unos pésimos resultados empresariales correspondientes al año 2015: 4.000 millones de euros en pérdidas operativas y 1.582 millones de euros en pérdidas netas, frente a las ganancias de 10.847 millones de euros que obtuvo en 2014, y que le obligan a recortar el dividendo en un 97%. Y todo por haber trucado millones de automóviles para intentar hacerlos pasar por menos contaminantes. Cronología del caso Volkswagen: el fraude de los motores diesel paso a paso.
Buena parte de culpa en estas pérdidas milmillonarias la tienen precisamente las consecuencias que el engaño va a acarrear. Con la vista puesta en un aluvión de demandas en Estados Unidos, y centenares de millones de euros en costes adicionales para intentar paliar el problema llamando a revisión a los 11 milllones de coches que se calcula que circulan todavía con el software fraudulento instalado, Volkswagen ha provisionado ya 16.200 millones de euros. Al cierre del tercer trimestre, la cantidad de fondos apartada para afrontar demandas ascendía a 6.700 millones.
El jueves Volkswagen anunciaba precisamente que compensará a los consumidores estadounidenses afectados por los motores diésel trucados y, aunque la cifra con la que se les indemnizará, aún está por confirmar, podría alcanzar el valor total de compra del vehículo. El fabricante alemán ofrece también la recompra, el arreglo o la nulidad del contrato de financiación a la totalidad de los coches afectados.
Pese a todo, las ventas anuales de la fabricante todavía registraron un ascenso del 5,4%, hasta marcar un récord en 213.292 millones de euros. Será complicado sin embargo que se repita esta marca nunca, puesto que los consumidores podrían estar ya dando la espalda a la marca de la uve doble.
Como consecuencia del batacazo en su reputación, las principales agencias de calificación de deuda han degradado además la nota y la perspectiva que asignan a los bonos de la fabricante alemana, y eso mientras mejoraban los de la competencia. Standard & Poor's ha subido así la nota de Fiat Chrysler, de Ford y de PSA Group, y eso pese a que los mercados emergentes de los que depende una cuota creciente de su demanda no dejan de empeorar.
Esconde el informe final
El grupo automovilístico confirmó además este viernes que va a retrasar la publicación del informe de la investigación realizada por el bufete de abogados Jones Day, que estaba prevista para finales de este mes, y no proporcionó un nuevo plazo.
La razón que esgrime Volkswagen para evitar la difusión de los resultados de la investigación en este momento es que hacerla pública supondría "riesgos inaceptables" para la compañía.
Esta decisión de la junta directiva y del consejo de supervisión se basa en la valoración de los bufetes de abogados estadounidenses Sullivan & Cromwell y Jones Day que han recomendado no hacerlo porque podrían aumentar las multas contra el grupo automovilístico alemán.
Volkswagen añade que las complejas negociaciones en EEUU han entrado en una fase decisiva antes de lo anticipado y requieren que VW mantenga un máximo nivel de confidencialidad.