Empresas y finanzas

El gigantesco fondo que gestiona la riqueza de Noruega se deshace de sus activos en carbón

  • Para luchar contra el cambio climático y pese a que produce petróleo

El fondo soberano noruego, que gestiona 860.000 millones de dólares de ahorros obtenidos con la venta de petróleo, ha comenzado a deshacerse de todos sus activos en el sector del carbón. Los primeros en salir de su cartera han sido 52 compañías de todo el mundo, entre las que se encuentran empresas eléctricas que queman este combustible como American Electric Power o Tata Power, o mineras como Peabody.

Así lo ha confirmado esta semana el Norges Bank Investment Management, la unidad del banco central noruego encargada de gestionar el mayor fondo de este tipo del planeta. Aunque el sector se encuentra en caída libre, arrastrado por el desplome generalizado de todas las materias primas, la desinversión no viene motivada por motivos estratégicos, sino por una decisión política.

El pasado mes de febrero el Gobierno de Noruega introdujo nuevos criterios para delimitar las inversiones que el fondo puede y no puede hacer, a iniciativa del Parlamento nacional.

Tras esa revisión, el fondo soberano noruego tiene prohibido invertir en compañías cuya cuenta de explotación registre ventas relacionadas con el mineral por encima del 30% del total. La razón es que Noruega, que paradójicamente es un activo productor de petróleo, pretende desvincularse así de este combustible fósil como parte de la batalla global contra el cambio climático.

Prohibido invertir en carbón

"Estamos revisando una a una todas las compañías más relevantes y de aquí a finales de 2016 habrá nuevas exclusiones", señala la portavoz del instituto gestor, Marthe Skaar.

Conforme a las valoraciones actuales en el mercado, se calcula que los activos que Noruega acaba de vender suman un total de 19.000 millones de coronas (unos 2.050 millones de euros).

El anuncio tiene sin embargo algo de tramposo, puesto que la mayor parte de las compañías "prohibidas" por el Gobierno ya habían salido de la cartera del fondo antes de que terminase el pasado año, aunque por incumplir los criterios de riesgo que exigen los principios de funcionamiento del fondo.

En el proceso de revisión actual, el fondo se está encontrando sin embargo con dificultades para separar el grano de la paja, puesto que muchas compañías que hacen negocio de alguna forma con el carbón no colaboran a la hora de detallar el reparto de la fuente de sus ingresos. La portavoz del fondo lo expresa así: "Hemos enviado 50 cartas a diferentes compañías, pero sólo hemos obtenido 5 respuestas. Es un poco decepcionante".

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