
Desde hace meses, en Cataluña se debate a qué se debe que numerosas empresas estén abandonando la comunidad. Los números fríos nos indican que son numerosas las empresas que se van -en 2015 se fueron a otras partes de España 352 empresas en términos netos-, aunque es una realidad que se sufre desde hace años. Lea el reportaje completo de forma gratuita en la Revista elEconomista Catalunya
Esta persistencia en las fugas de empresas es uno de los argumentos que utilizan los partidos independentistas para desligar la huida de compañías del proceso rupturista y para justificarlo en la fiscalidad poco ventajosa de Cataluña.
Los catalanes pagan mayores impuestos que los madrileños y son los españoles a los que les sale más caro heredar. De hecho, Madrid, con tributaciones más baratas, es el destino favorito de las empresas con sede en Cataluña que modifican su sede social -desde Informa calculan que la capital española recibe aproximadamente a un 42% de las compañías que se van-.
El otro factor que genera deslocalizaciones, aunque es mucho más complicado de medir, es la influencia del miedo ante una posible independencia de Cataluña. Públicamente, sin embargo, son pocas las voces que lo reconocen. La mayoría de las empresas que hacen las maletas, ya sean nacionales o internacionales, tratan de desligar del momento político su decisión.
En febrero, por ejemplo, la matriz de Ogilvy, WPP Holdings, se mudó a Madrid y alegó "razones administrativas". Las grandes empresas internacionales que se marcharon el mes pasado, como Solvay, o las que redujeron su exposición, como Bacardí, lo justificaron porque trabajan en mejorar su rentabilidad. En los últimos días -en marzo también han continuado los traslados- han cambiado su sede la alemana Grohe y la noruega Schibsted, propietaria de Infojobs o Tecnocasa y ambas explicaron que la razón del cambio se debe que quieren optimizar su estructura corporativa.
Sea la fiscalidad, el independentismo, la suma de ambas cosas o tan sólo una estrategia corporativa lo que empuja a muchas empresas a tomar el 'puente aéreo', la realidad es que Cataluña necesita trabajar para retener a las empresas, especialmente a las de mediano tamaño, que, normalmente, ya han pasado la primera etapa de sus vidas, y cuentan con trabajadores más especializados y con un mejor acceso a la financiación.
Un seguimiento mensual
elEconomista, a partir de este número de la revista Catalunya, realizará un seguimiento mensual de quiénes se van a Madrid y de quiénes se establecen en Barcelona, pero considerando la perspectiva cualitativa de su tamaño.
En concreto, en febrero, el resultado es negativo para Barcelona. Un total de 30 empresas -más de una por día- han hecho las maletas y han tomado el puente aéreo rumbo a Madrid.
Por el contrario, esta conexión solo ha traído siete empresas a la Ciudad Condal y relativamente más pequeñas. Así, las empresas que se fueron a Madrid, contaban con capital social medio de 0,79 millones, mientras que el de las que han desembarcado en Barcelona era de 0,31 millones.
Entre ellas, cuatro de las que se han trasladado a Madrid tenían un capital social por encima del millón de euros - WPP Holdings, Altecflu, DS Smith y Compañía Cafés Bou-, mientras que sólo una de las que ha aterrizado en El Prat tenía una dimensión societaria comparable- Cognita Hastings School-. Los sectores que están siendo más activos en traslados son el comercial y el inmobiliario.
La mayoría de las principales empresas que se han ido eran, además, rentables. Según consta en el registro mercantil, WPP Holdings ganó 17 millones en 2014 y 22 millones en 2013. Altecflu, por su parte, alcanzó un beneficio neto de dos millones, por lo que dobló el resultado de 2013, cuando se embolsó 0,98 millones. Compañía Cafés Bou perdió cerca de 160.000 euros en 2013 -son las últimas cuentas disponibles- porque multiplicó por tres los gastos de explotación. Un año antes sí que había ganado dinero.
De acuerdo con un estudio de Informa, hasta un 95,76% de las empresas activas catalanas son 'micro', frente al 95,07% de Madrid, que acumula mayor proporción de medianas compañías.