
Hacienda tendrá que devolver a Abertis 518 millones de euros que el grupo de infraestructuras desembolsó el año pasado por los impuestos sobre las plusvalías derivadas de la venta del 66% de Cellnex (antigua Abertis Telecom).
La nueva Ley del Impuesto sobre Sociedades, en su artículo 21, establece la exención fiscal de las ganancias en operaciones como la de Cellnex, aunque en primera instancia las empresas sí tienen que satisfacer la tributación correspondiente. En virtud de esta norma, la Agencia Tributaria tiene de plazo hasta enero de 2017 para reingresar los 518 millones a la compañía que dirige Francisco Reynés.
Abertis prevé que la devolución de este importe no se producirá antes de enero de 2017. Tampoco después, a pesar de que el Ministerio de Hacienda sí tendría potestad para hacerlo. En el caso de atrasar el pago, el fisco deberá afrontar un coste financiero adicional, al precio legal del dinero, lo que en la coyuntura actual resultaría más caro que financiarse en el mercado.
La nueva Ley del Impuesto sobre Sociedades (Ley 27/2014, de 27 de noviembre) establece en su artículo 21 que estarán exentas las rentas positivas obtenidas en la transmisión de la participación en una entidad cuando el porcentaje de participación, directa o indirecta, en el capital o en los fondos propios de la entidad sea al menos del 5%, o bien que el valor de adquisición de la participación sea superior a 20 millones de euros, el día en que se produzca la transmisión. De igual forma, es necesario que la participación se haya poseído de forma ininterrumpida durante el año anterior al día en que se produzca la transmisión. Esta exención se aplicaba sólo a compañías extranjeras hasta la reforma fiscal de 2014, que se amplió a las españolas.
Abertis cumple con ambos requisitos. La norma, sin embargo, obliga al vendedor a desembolsar el impuesto correspondiente por las plusvalías para que Hacienda compruebe el cumplimiento de las condiciones para aplicar la exención y, con posterioridad, en caso positivo, proceder a su devolución.
La concesionaria catalana tiene anotado este efecto en sus cuentas a cobrar de 2015. Dentro de las actividades discontinuadas, la empresa reconoce plusvalías no sólo por el 66% de Cellnex que colocó en bolsa, sino también por el 34% que mantiene en cartera -lo hizo al precio al que dio el salto al parqué-. Con el cobro del impuesto sobre plusvalías, el Estado consigue así financiación sin intereses durante un periodo de tiempo limitado.
El ministerio que dirige en funciones Cristóbal Montoro puede devolver los 518 millones en diciembre, pero las apreturas presupuestarias, con los objetivos de déficit público como prioridad, invitan a pensar a que el Gobierno que tenga que asumir dicho pago aguardará a enero de 2017 para hacerlo y evitar así su efecto sobre el equilibrio de las finanzas nacionales.
Los 518 millones tendrán un impacto positivo sobre la caja de Abertis y se descontarán de la deuda, que al cierre de 2015 se situó en 12.557 millones y que la compañía estima que cerrará 2016 en el entorno de los 14.000 millones, tal y como explicó el director financiero, José Aljaro, la semana pasada durante la presentación de resultados. No afectará, por tanto, a la cuenta de pérdidas y ganancias del grupo.
Cellnex salió a bolsa el pasado 5 de mayo a un precio de 14 euros por acción y una capitalización de 3.244 millones. La firma de telecomunicaciones, de la que Abertis controla el 34%, tiene un valor de mercado de 3.175 millones, apenas un 2,1% menos. Por la operación, Abertis se ha anotado unas plusvalías de 2.666 millones.