
La Generalitat de Cataluña decidió ayer expulsar a los primeros dos hospitales privados de su red de asistencia sanitaria. En concreto, la Clínica del Vallés y el Hospital General de Cataluña, que operaban en la red pública de hospitales como complemento para aligerar las listas de espera, dejarán de prestar sus servicios dentro del sistema público de Salud una vez finalicen sus respectivos contratos, según afirmó ayer el consejero de Salud, Toni Comín.
Estos dos centros, según confirmó ayer la Generalitat, saldrán de la "lista" del Sistema Sanitario Integral de Utilización Pública de Cataluña (Siscat) el 22 de febrero, pero seguirán prestando servicios complementarios hasta que venzan los contratos vigentes: el de la Clínica del Vallés es inminente y el del Hospital General de Cataluña se agota en agosto. Los dos centros pertenecen al grupo Quironsalud, la compañía fruto de la unión de IDC con los hospitales Quirón.
Operadores sin ánimo de lucro
La medida contra los hospitales del Grupo Quirón Salud es la primera decisión dentro del plan marcado por el nuevo consejero para modificar el modelo de concertación sanitario, muy extendido en Cataluña. De hecho, quitar de la red pública a centros con ánimo de lucro era una de las propuestas de Junts pel Sí a la CUP para que apoyaran la investidura de Artur Mas.
"Este es el paso más importante que se habrá hecho en muchos años para reforzar el carácter público del sistema de sanitario público", llegó a afirmar ayer el consejero Comín.
Tanto la Clínica del Vallés como el Hospital General de Cataluña ofrecían actividad y servicios complementarios de apoyo para aligerar las listas de espera que tenían otros hospitales públicos. Por ejemplo, la Clínica del Vallés recibía 2.600 derivaciones para intervenciones quirúrgicas y otras 1.000 hospitalizaciones del hospital público Parc Taulí y un 47 por ciento de sus ingresos proviene del concierto.
Tras esta decisión, la intención de la Consejería de Salud es que la actividad de tipo complementario -que permite disminuir las listas de espera de estos dos centros vuelva a ser asumida por "operadores de titularidad pública", pero el departamento aún no sabe qué centros la podrían absorber. El nuevo consejero de Sanidad catalán fue uno de los fundadores de la plataforma Socialisme, Catalunya i Llibertat y ha estado vinculado a la órbita de ERC.