Gas Natural Fenosa (GNF) cumplió con lo previsto en su Plan Estratégico 2013-2015, a pesar de la fuerte caída de los hidrocarburos durante el período. El negocio internacional -particularmente en Chile- le permitió compensarlo y cerró el año con un beneficio neto de 1.502 millones de euros, un 2,7 por ciento más; un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 5.376 millones, un 10,8 por ciento más; y unas ventas de 26.015 millones.
Rafael Villaseca, consejero delegado de la empresa, mientras presentaba los resultados y desglosaba las magnitudes del grupo, se apoyó un buen número de veces en la expresión "estamos muy satisfechos", añadiendo, al referirse al ejercicio de 2015 "en un año muy, muy, muy difícil".
Aunque la compañía parte de la base de que el grueso de su negocio está regulado y es muy estable -la distribución de gas y electricidad aportan casi el 60 por ciento del ebitda-, cuando se aprobó el Plan Estratégico nadie preveía que el precio del crudo fuera a desplomarse en los años siguientes. De hecho, esta caída, que se repercute en el gas, provocó un impacto negativo de 109 millones durante el año pasado.
En cualquier caso, GNF ha cumplido sus previsiones, e incluso ha mejorado ligeramente el dividendo: si quería retribuir en metálico un 62 por ciento del beneficio, al final el porcentaje ha subido hasta el 62,1 por ciento. Con cargo al año pasado, abonará 0,93 euros por acción, un 2,7 por ciento más que en año anterior. Atendiendo a la revalorización de la acción durante el período contemplado por el Plan, la rentabilidad acumulada del accionista ha sido del 16,6 por ciento anual.
El endeudamiento, otro de los indicadores básicos, también experimentó una buena evolución, hasta situarse en 15.648 millones a finales del año pasado, una cifra tres veces mayor que el ebitda. Villaseca destacó que la ratio deuda/ebitda se había reducido a la mitad desde la compra de Unión Fenosa, a pesar de haber desembolsado 4.300 millones por la chilena Compañía General de Electricidad (CGE).
Esta adquisición fue particularmente beneficiosa el año pasado, porque duplicó su beneficio, permitiendo al Grupo sumarse 499 millones al ebitda. Gracias a CGE se han compensado pérdidas por la comercialización (156 millones), por el cambio regulatorio en España (59 millones) y se ha suavizado el efecto erosionador del tipo de cambio de las monedas.
Aprovechar oportunidades
Villaseca indicó que el Plan Estratégico del próximo trienio se retrasará hasta el segundo semestre, con la intención de tener una idea más clara de la evolución del petróleo -"ahora soy incapaz de prever nada"- y las materias primas. Únicamente adelantó que las inversiones se mantendrían en el entorno actual de los 2.000 millones anuales, la mayoría para ampliar las redes, y que se buscará crecer orgánicamente, aunque sin desaprovechar las oportunidades que se presenten. El retraso, por otro lado, deja en el aire la decisión sobre el pago de dividendos.
Villaseca volvió a negar cualquier tipo de operación con Repsol, uno de sus accionistas de referencia: "no ha entrado ni entra en el radar". Precisamente estos días los analistas especulan con la posibilidad de que Repsol se deshaga de su 30 por ciento en GNF para obtener oxígeno ante los malos resultados a los que le empuja la caída del petróleo.
El ejecutivo también se refirió a la subasta de renovables celebrada recientemente, saldada sin que los participantes obtuvieran retribución adicional a la del mercado; GNF quería hacerse con un buen lote de los 500 MW eólicos en almoneda, pero se quedó fuera finalmente. Villaseca afirmó con contundencia que no entendía cómo se podía acudir a una puja por ayudas "si no se quiere recibir dinero público" y defendió la necesidad de dichas ayudas para crecer en renovables.
Baja un 5,5% en el parqué
A pesar de los buenos resultados, GNF cayó ayer un 5,51 por ciento en el parqué madrileño. Los analistas creen que una posible venta de Repsol de su 30 por ciento en la empresa puede estar detrás del descalabro. También influye que haya anunciado un retraso de seis meses de su Plan Estratégico -estará en junio- o la falta de definición de su futura política de retribución al accionista.