La recuperación del consumo ha hecho que muchos fondos de capital riesgo que llevaban "anclados" en compañías de restauración durante los años de crisis comiencen a desprenderse de sus activos. Este es el caso Comess Group -propietario, entre otros, de la cadena española de pintxos Lizarran- que, años después, ha vuelto a las manos de uno de sus fundadores: Manuel Robledo, que se hace así con el cien por cien de las acciones, según confirman fuentes financieras a elEconomista.
Robledo, que creó la compañía de la mano de un antiguo socio, Luis Irisarri, fallecido hace años, ha adquirido el 30 por ciento que no tenía y que estaba en manos del fondo de capital riesgo MCH, Cartera Deva (el holding familiar de los Aguinaga) y de la firma Chams. Estas tres sociedades participaban desde hace casi nueve años en el capital del grupo de franquicias, sin que los términos de la operación hayan sido desvelados.
En el caso del MCH, la firma de capital riesgo decidió a vender su participación (15 por ciento) de Comess Group a Manuel Robledo por la progresiva recuperación del sector consumo y para, de esta forma, liquidar su primer fondo -levantado allá por el año 1998- con la desinversión en la que era su última participada. Así, la compañía fundada por José María Muñoz y Jaime Hernández Soto ha "hecho caja" y ha rentabilizado su inversión, previa a la crisis económica, en esta cadena.
De hecho, no es la única compañía que ha decidido aprovechar la mejora de la situación económica para mover sus activos en el sector. Sin ir más lejos, Goldman Sachs se encuentra en pleno proceso de venta del 30 por ciento que tiene en Vips, tras casi una década en la cadena de la familia Arango, tal y como adelantó elEconomista a finales de octubre.
Expansión internacional
Comess Group es, en la actualidad, propietario también de marcas de restauración como Cantina Mariachi, Pasta City, Rock & Ribs y China Boom, además de Lizarran. Este último se encuentra inmerso en un plan de expansión a nivel mundial, aunque ya cuenta con presencia en España -especialmente en el centro y en el este de la Península-, Andorra, Portugal, Rusia, Polonia, Chile, México, Estados Unidos (hace poco desembarcaron en Miami), Marruecos, China, Japón, Abu dhabi, Dubai y Qatar, según consta en el dossier de franquicia de la cadena de pintxos. De hecho, según este documento, el pasado año se abrieron 65 establecimientos Lizarran en todo el mundo.
Con todo, a través de esta transacción, el capital vuelve ahora a manos de Manuel Robledo -que ejerce como presidente de Comess Group- en su totalidad.
Cabe recordar que el negocio de Lizarran se remonta casi tres décadas atrás, cuando fue fundado por Mateo Ferrero junto a su socio Germán Funes en un bar de Sitges (Barcelona). No fue, sin embargo, hasta 1996 cuando comenzó a franquiciar la marca.
Tras el fallecimiento de Ferrero en 2004, la cadena de pintxos pasó a manos de fondos de capital riesgo. El primero en entrar fue, apenas un año después, Nazca Capital, que compró la compañía por 13,5 millones. Posteriormente, en 2007, Comess Group se hizo con Lizarran por una cantidad cercana a los 20 millones de euros, junto con MCH, Cartera Deva y Chams.