Empresas y finanzas

La ciudad soñada de Arabia Saudí no encuentra inversores

  • La King Abdullah Economic City tendrá incluso una parada de AVE
  • Casi 100.000 personas trabajan allí sin apenas derechos laborales

Arabia Saudí desveló en 2005 sus planes para construir una megaciudad a orillas del Mar Rojo, y anunció que se bautizaría en nombre del rey Abdulá, y que llevaría el sufijo de 'ciudad económica'. Más de una década después, el ambicioso proyecto se tambalea por las dificultades financieras de el Reino a causa de la caída del petróleo.

Fahd Al-Rasheed, el director del proyecto en su fase actual, ha viajado a Davos para intentar atraer inversores a esta nueva versión de Dubái, pero en la costa opuesta de Arabia, y en cuatro días mantendrá 50 reuniones para intentar conseguir siquiera parte de los cerca de 100.000 millones de euros que cuesta.

"Con la King Abdullah Economic City estamos intentando crear una nueva inidicativa, diversificar nuestra economía y rebajar la dependencia del petróleo", asegura Al-Rasheed, que precisa que el proyecto "está financiado completamente por el sector privado, y mediante inyecciones directas de capitalistas extranjeros", distanciándose así de otros negocios en los que los foráneos deben asociarse necesariamente con socios locales.

La idea es tan megalomaníaca que se calcula que la urbe no estará terminada hasta 2035, cuando contará con 2 millones de habitantes. Por el momento, apenas 5.000 almas pueblan esta ciudad ideada por los Saud, si se cuenta sólo a los ciudadanos de pleno derecho.

Si a ellos se les añaden los trabajadores que la están edificando -y que en su mayoría proceden del sur de Asia y apenas cuentan con derechos laborales-, el número de residentes total podría superar ya los 100.000.

Los planes de la familia que da nombre al reino son ambiciosos: la KAEC debería convertirse al mismo tiempo en un centro financiero como Singapur, en un gran puerto y centro logistico como Shanghai, y en un destino turístico de primera categoría... como la Meca.

Porque Arabia Saudí no está pensando en los occidentales como público objetivo de sus lujosos hoteles en la KAEC. "Hay 10 millones de saudíes que cada año salen fuera a hacer turismo, y la idea es convertir la King Abdullah Economic City en un destino para turistas religiosos", afirma Al-Rasheed. "¿Te lo imaginas?", añade.

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