
Los franquiciados de Dia reavivan la batalla legal contra la compañía por la comisión de posibles prácticas abusivas contra ellos. Ocho pequeños empresarios asociados a la cadena de supermercados han conseguido que un tribunal admita a trámite una querella contra la firma y abra una investigación penal.
En un auto dictado el pasado 22 de diciembre, y al que ha tenido acceso elEconomista, la magistrada Alicia Pérez Muñoz, titular del juzgado de instrucción número 1 de Vic (Barcelona), asegura que "pudiendo ser los hechos denunciados constitutivos de un delito de estafa, delito informático, delito relativo al mercado, falsedad documental, entre otros, y reuniendo la querella los requisitos que establece (...) la Ley de Enjuiciamiento criminal, procede su admisión a trámite".
Todo indica que la batalla no ha hecho, sin embargo, nada más que empezar porque hay otros 65 franquiciados más que están a punto de sumarse a una ampliación de la querella. Entre ellos figuran varios miembros de la Asociación de Afectados de Franquicias de Dia (Asafras), una organización que intentó sin éxito que se abriera una investigación contra la empresa por hechos similares en la Audiencia Nacional y en la Comisión Nacional de la Competencia. Josep Luque, uno de los promotores de la querella, explica cómo "Dia me ha hecho competencia desleal desde sus propias tiendas, con amenazas de llevarme a la quiebra si no me quedaba con otra franquicia".
Según cuenta, la empresa que dirige Ricardo Currás, "me ha llegado a presentar informes con cuentas falsas del establecimiento que quería que comprara para intentar engañarme".
Antes de admitir a trámite la querella, y según explica en su auto, la magistrada Alicia Pérez dio traslado al Ministerio Fiscal para que se pronunciase sobre la competencia de su juzgado. El 12 de junio de 2015, y teniendo en cuenta que los hechos afectaban a todo el territorio nacional, la jueza dictó un auto de inhibición de la causa a favor de la Audiencia Nacional. El pasado 16 de noviembre, ésta rechazaba sin embargo esta inhibición instando al juzgado a investigar, que es lo que ha procedido a realizar en este momento.
Ahora, una vez que los querellantes se ratifiquen en su intención de seguir adelante con el proceso penal, la jueza citará como investigados al representante legal de Dia y a todos aquellos que participaron en la redacción de los contratos de franquicia o en los hechos denunciados. Este proceso es paralelo a otro que se está llevando a cabo también en Castellón después de que un empresario de Villarreal, José Barberán, que invirtió sus ahorros del sector del azulejo en una franquicia, denunciara prácticas similares.
En este último caso, sin embargo, después de tres años de instrucción, el juzgado de instrucción acaba de archivar la causa, aunque Barberán, que denuncia que "Dia me ha arruinado", ha presentado un recurso ante la Audiencia Provincial. "Estamos convencidos de que nuestra querella será admitida finalmente y se investigarán los hechos", dice Barberán, que acusa a Dia de falsificación documental y apropiación indebida.
Desde Dia, insisten, sin embargo en que "el nivel de litigiosidad es muy bajo" y aunque admiten que hay unos pocos franquiciados disconformes, insisten en que hasta ahora los tribunales y las autoridades de Competencia tanto de España como de Portugal siempre les han dado la razón. "Y no hay que olvidar que nuestra red de franquicias es muy alta", dicen en la empresa.
Impulso a la franquicia
La compañía mantuvo durante 2014 su enfoque en la franquicia. A la espera de que se conozcan los datos definitivos del año pasado, al cierre de 2014 Dia contaba con un total de 3.059 tiendas franquiciadas tras la apertura de 325 locales más. En total, estos establecimientos representan el 54,4% de la red. Más allá de como puedan evolucionar los procesos legales emprendidos por algunas de las franquicias, en 2014, según publicaron distintos medios, el banco de inversión JP Morgan advertía ya que los franquiciados "apenas tienen beneficios" pese a que en muchos casos venden más que algunas tiendas propiedad de la cadena.
En el informe se aseguraba que "de todos los distribuidores de alimentación que seguimos en Europa, Dia Iberia es el operador con el margen de ebtida (beneficio bruto de explotación) más grande, del 12,9%, después de los rusos Dixy y Magnit, además también es la compañía con las ventas like for like (son las ventas en superficie comparable) más pobres. Pensamos que ambos datos no son sostenibles". ¿Y cómo es posible?, se preguntaba entonces el banco. En su opinión, la empresa podría estar sacando mayor margen a costa de sus franquiciados, aunque esto suponga en muchos casos llevarles a la quiebra.
Los problemas no se limitan además a España, ya que Dia se está enfrentando también a procesos similares en otros países, fundamentalmente en Argentina. En este país, 164 exfranquiciados del grupo han iniciado también una proceso legal contra la empresa a la que acusan de haberlos engañado con cuentas ficticias, cláusulas abusivas y contratos espurios, un cúmulo de acusaciones que se repite en otros países. El caso es impulsado por el despacho ASK Abogados, a cargo de Alejandro Sánchez Kalbermatten, que el pasado noviembre a la prensa argentina que "estamos destapando una de las más escandalosas estafas corporativas a nivel mundial".