
Oryzon, especializada en el desarrollo de fármacos experimentales para el tratamiento de enfermedades como el cáncer o el alzheimer, comenzará mañana a cotizar en la Bolsa española con una valoración de 96,5 millones de euros y a un precio por acción de 3,39 euros.
La empresa biotecnológica cotizará bajo el código ORY en el mercado continuo mediante listing (colocación directa en bolsa) del cien por cien de sus acciones.
Oryzon ha propuesto como precio de referencia de salida a bolsa el mismo que fue fijado en las ampliaciones de capital que llevó a cabo en julio y en octubre de este año.
A finales de octubre, el presidente y cofundador de Oryzon, Carlos Buesa, avanzó que tras la salida a Bolsa prevén hacer nuevas ampliaciones de capital con las que captar fondos para financiar su crecimiento e internacionalización.
Además, la compañía prevé dar el salto en uno o dos años al (Estados Unidos), el mercado "natural" de las empresas tecnológicas, dijo Buesa, quien afirmó que las acciones de Oryzon presentan "mucho recorrido al alza".
Tras la ampliación de capital ejecutada recientemente, los fundadores de Oryzon, Buesa y Tamara Maes, mantienen una participación del 26,3 %, mientras que el fondo Najeti posee el 26,6 % y Costex, el 6,5 %.
El "núcleo duro" de Oryzon, fundada en el año 2000 con un capital de 3.000 euros, ha adquirido un compromiso de "lock up" (no vender) que va desde los 12 meses en el caso de los fundadores a los 6 meses en el de Najeti y el accionista José María Echarri (5 %).
En 2014, Oryzon logró un beneficio neto de 6,6 millones de euros y unos ingresos de 13,1 millones, fundamentalmente debido al acuerdo que firmó en abril con Roche para el desarrollo de la molécula "ORY-1001", diseñada para el tratamiento de la leucemia mieloide aguda y que ya se está probando en humanos.
Oryzon trabaja también en el desarrollo de "ORY-2001" para tratar dolencias como el alzheimer, entre otras enfermedades neurodegenerativas (como el parkinson), y que, según Buesa, va a dar "muchas alegrías" a la compañía.
Según la empresa, las pruebas llevadas a cabo con ratones han demostrado que esta molécula logra parar el deterioro cognitivo y la pérdida de memoria y ha apuntado que el objetivo es comenzar a probarla en humanos a principios de 2016.