La cifra es llamativa por el elevado tamaño absoluto, pero así es la estimación de la OCDE: "Las investigaciones emprendidas en 2013 confirman que la erosión de las bases y los cambios que llevan los beneficios a otras legislaciones podrían estar evitando que los estados dejen de ingresar entre 100.000 y 240.000 millones de dólares al año".
En un documento publicado recientemente por la organización, titulado 'Base Erosion and Profit Shifting Project', se señala que los agujeros y los desajustes en las reglas fiscales internacionales pueden hacer 'desparecer' parte de los beneficios empresariales para propósitos fiscales. También permiten cambiar la publicación de los beneficios a lugares con baja o nula imposición sobre Sociedades, a pesar de que en esos países "el negocio tenga sólo una pequeña parte o a veces ninguna de su actividad económica".
"En lugar de realizar inversiones por razones económicas, a menudo las empresas eligen países por razones puramente fiscales, obteniendo una asignación de los recursos ineficiente. Este es un asunto que afecta a la confianza en la integridad fiscal de los sistemas, y particularmente importante en un momento en el que la consolidación fiscal se está produciendo en varios países", sentencia el informe de la OCDE.
"La erosión de las bases o llevar los beneficios a otros países provoca una pérdida de ingresos que los gobiernos podría invertir para lograr un crecimiento sostenido y resistente", por ello los gobiernos han comenzado a trabajar de forma conjunta para alcanzar una armonía que permita evitar este tipo de sucesos.
Fuerte impacto económico
Las recomendaciones están basadas en el impacto económico que están teniendo estas divergencias fiscales: "Los datos disponibles muestran que este tipo de actuaciones empresariales estaría evaporando entre el 4% y el 10% de los ingresos por Impuesto de Sociedades a nivel global, lo que la postre supone entre 100.000 y 240.000 millones menos de ingresos anuales".
Dentro del documento también se trata el pago de impuestos por parte de las multinacionales, "el tipo efectivo que pagan las multinacionales es entre un cuatro y 8,5 puntos porcentuales inferior al que pagan empresas similares que sólo actúan dentro del territorio nacional".