Empresas y finanzas

Telepizza planea abrir 150 tiendas al año para encarar su salida a bolsa

  • La empresa factura más de 500 millones si se suman las franquicias

Telepizza encara su regreso a la bolsa con un ambicioso plan de crecimiento. La cadena de pizzerías propiedad de Permira, la familia Ballvé y KKR, entre otros fondos, planea la apertura durante al menos los cinco próximos años de alrededor de 150 establecimientos cada ejercicio. El proyecto, según explican fuentes de la empresa, supondrá contar con unos 25 ó 30 nuevos locales al año en España y otros 120, aproximadamente, en los mercados internacionales.

Del total, el 80% será franquiciado y el resto establecimientos propios. Las fuentes consultadas explican, no obstante, que "el número de aperturas será menor al principio, pero irá creciendo progresivamente".

Telepizza cuenta actualmente con 1.297 establecimientos repartidos en 15 países. De ellos, 830 son franquiciados y 467 propios. La mitad se concentra en España, con 643 tiendas. En el exterior, la compañía ha puesto el foco ahora especialmente en Latinoamérica -está ya presente en Chile, Colombia, Perú, Ecuador, Panamá, Bolivia, Guatemala y El Salvador- y los países de Europa Central.

Expansión internacional

Una de las fórmulas que se pretende potenciar de cara a la expansión es la firma de alianzas de masterfranquicia, como hay ya en Centroamérica, donde Telepizza suma ya 130 locales. Es algo parecido a lo que ha hecho también en Rusia y Angola.

En el continente latinoamericano se está explorando igualmente la posibilidad de abrir en México y Brasil, dos mercados grandes aunque con una competencia mayor. Todo ello sin descartar tampoco el continente asiático, donde desembarcó en 2012 con un primer restaurante en la ciudad china de Shanghai. "Es una prueba piloto que se está haciendo. Lógicamente, hay que conocer los gustos y pautas del consumidor allí, porque son distintos y tenemos que adaptarnos, pero la idea es seguir abriendo más establecimientos", aseguran en la cadena.

Para fomentar la expansión y ganar tamaño ante la posible salida a bolsa, Telepizza no descarta tampoco la posibilidad de comprar pequeñas cadenas, aunque en este momento no hay nada sobre la mesa. A nivel nacional, se explorará igualmente el desembarco en aeropuertos y estaciones de tren.

Resultados de cara a la OPV

Telepizza, que suma 26.000 empleados, ha declarado en el Registró Mercantil unos ingresos en el ejercicio 2014 de 290,1 millones de euros, lo que supone una caída del 11% respecto al año anterior debido a que hay menos tiendas propias. El resultado de explotación arroja una cifra positiva de 16,6 millones de euros, frente a unos números rojos el año anterior de 3,1 millones.

En la misma línea también y gracias a la reestructuración de la deuda, el resultado neto fue de 90,7 millones de euros -hubo un beneficio financiero de 62 millones- frente a unas pérdidas en 2013 de 84 millones. La deuda a largo plazo tras la reestructuración y la entrada de nuevos fondos liderados por KKR, que se han hecho en conjunto con el 49% del capital, se ha reducido de 510 a 289 millones y los compromisos financieros a corto han bajado de 14,4 a 6,3 millones.

Aunque estas serán las cifras que tenga que presentar la empresa a la CNMV si finalmente decide salir a bolsa, las fuentes consultadas explican que el conjunto de la facturación del sistema Telepizza -incluyendo también sus tiendas franquiciadas- rondó en el último año los 500 millones de euros.

Buscando la opción más rentable

El encargado de hacer números ahora será el banco Rothschild, a quien Permira y el resto de fondos de Telepizza han encargado una dual track. Es decir, los expertos de la entidad financiera valorarán en los próximos meses qué opción es más rentable para los fondos: vender a un tercero su participación o regresar al parqué.

En este sentido, el futuro de la cadena de restauración está muy condicionada a los resultados que presente a final del ejercicio -según los expertos del sector consultados por este diario- ya que los fondos apenas consiguieron rentabilizar su inversión por la crisis económica que ha sacudido a España en los últimos años.

Con todo, en el sector apuntan a que "la compañía que salió de bolsa en 2006 es una muy diferente a la que hay ahora, ya que ha crecido pese a la recesión y se ha modernizado para adaptarse a las necesidades de sus clientes". Un problema similar enfrenta Permira en el caso de otra de sus participadas: Cortefiel. Tanto Telepizza como la distribuidora textil son compañías muy ligadas al consumo, por lo que sus resultados de los últimos años se han visto lastrados con el impacto de la crisis.

Sin embargo, en el caso de Cortefiel, Permira tiene un problema añadido. El resto de fondos (CVC y PAI Partners) quieren rentabilizar su inversión, por lo que no está entre sus planes deshacerse de su participación en dicha compañía en el corto plazo, aunque la prioridad de Permira sea vender -ha encargado al banco de inversión Goldman Sachs encontrar un comprador para su participación en la cadena de distribución-. Las opciones, no obstante, son similares: venta a un tercero o salida a bolsa de la cadena de distribución textil.

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