
Los milicianos del Estado Islámico han mostrado imágenes esta semana de la que podría ser el arma más poderosa que han tenido entre manos: un misil balístico para uso táctico, en el campo de batalla.
En Raqqa, que los radicales islámicos califican como capital de su califato, un desfile militar grabado en vídeo muestra a un tráiler arrastrando lo que parece ser un misil Scud.
Diseñados en los años 50, este tipo de proyectiles fueron comprados a la Unión Soviética y entre los estados que se hicieron con ellos estaban el Irak de Sadam Hussein, y Siria.
Se cree que el EI ha capturado alguno de los misiles del arsenal al ejército de Al Assad, y que el proyectil que se acaba de mostrar formaría parte de ese botín.
Fuentes del gobierno de Estados Unidos han reconocido que el misil del que presume el EI existe, pero dudan mucho de las capacidades del grupo para lanzarlo.
Este tipo de misiles utilizan un combustible muy volátil -que es altamente inflamable-, y requieren una gran cantidad de personal para su lanzamiento. Para utilizarlo, el EI necesitaría no sólo el combustible que se cree que no tiene, sino también personal especializado en su mantenimiento y en su lanzamiento.