
El consejo de administración de la alemana Vossloh ha confirmado este miércoles que ha llegado a un acuerdo con Stadler Rail para la venta de la filial española dedicada a la fabricación de material rodante, Vossloh Rail Vehicles.
A cambio de cederle la instalación en España, la empresa suiza abonará a Vossloh 48 millones de euros y se hara cargo de la deuda que la unidad de Valencia tiene con su antigua matriz.
La transacción, que tendrá efectos contables desde el pasado 1 de julio, estará sujeta a la oportuna aprobación de los reguladores, y se completará de forma efectiva durante el primer trimestre de 2016.
Hans Martin Schaber, director del consejo de Vossloh, afirnma en un comunicado su satisfacción "por haber encontrado un comprador con gran experiencia en la industria, que tiene una muy buena reputación y que es fiable".
"Estamos convencidos", añade "de que la experiencia y el modelo de negocio de Rail Vehicles y Stadler se complementarán de forma ideal".
Thomas Ahlburg, de Stadler, señala por su parte que "Rail Vehicles sobresale por su competitividad e innovacación", y afirma: "creo que podemos contar con un equipo de gestión e ingeniería altamente experimentado y motivado".
La buena salud de la factoría de Valencia
La filial con sede en Valencia era una de las tres dedicadas por el grupo alemán al sector transportes, y que está a la venta.
Albuixech ha vivido en los últimos años con una saludable cartera de pedidos, y su actividad se ha encaminado fundamentalmente a la fabricación de locomotoras diésel, como las de la Serie 68 que utilizan varias compañías en Reino Unido (entre ellas la operadora que mueve los trenes cargados con residuos nucleares), o los trenes-tram destinados a Baja Sajonia en Alemania.
En 2014 la participada española facturó 223 millones de euros, y en los nueve primeros meses de este año las ventas ascendían ya a 182 millones.
Stadler crece poco a poco
La empresa helvética ha crecido sin prisa pero sin pausa durante los últimos años, centrándose en el segmento del mercado de trenes regionales.
En 2014 recibió su primer encargo para la fabricación de trenes de alta velocidad, por importe de 800 millones de euros. La empresa pública de ferrocarriles de Suiza desechó entonces las ofertas de Talgo y Alstom, en favor de los trenes de Stadler, con más de 400 plazas sentadas (en una longitud estándar de 200 metros) y una velocidad máxima de 250 km/h.
A comienzos de semana la japonesa Hitachi confirmaba, tras meses de negociaciones, su decisión de comprar las unidades ferroviarias del conglomerado industrial público italiano Finmeccanica.
Al integrar AnsaldoBreda (que fabrica material rodante) y Ansaldo STS (especializada en señalización), Hitachi se convierte en un actor de primera categoría en el mercado europeo.
Alstom y General Electric confirmaban igualmente hace sólo unos días el final de la operación, iniciada en abril de 2014, por la cual la fabricante francesa se deshace de todos sus negocios no ferroviarios, y pasa además a tomar el control de la unidad de señalización del grupo industrial estadounidense.