El Gobierno prepara el lanzamiento de la subasta eólica y las grandes compañías eléctricas se preparan para presentar sus ofertas y poder hacerse con una parte importante de este pastel. Iberdrola y Gas Natural son las mejores colocadas para llevarse una buena parte de una tarta de 500 MW, mientras empresas como Enel Green Power y EDPR siguen deshojando la margarita antes de decidir si se presentan o no.
Otros grandes operadores, como Acciona, aseguraron a este diario que esperarán a conocer los detalles antes de saber si acudirán a la subasta.
Según indicaron fuentes consultadas por elEconomista, el Ministerio de Industria ultima dos órdenes ministeriales en las que definirá las condiciones económicas de esta convocatoria.
La intención del Ejecutivo es fijar en la primera los valores que tendrán de partida para los nuevos aerogeneradores que se instalen y en la segunda la fecha y el método de adjudicaciones.
El Gobierno quiere también que la subasta la dirija el Operador del Mercado Eléctrico (Omie), ya que se tratará de precios de casación en mercado y que quede resuelta el próximo 20 de noviembre, es decir, casi un mes antes de las elecciones generales.
En estos momentos en España hay cerca de 10.000 MW de energía eólica paralizados que lograron ganar distintos concursos autonómicos pero que se quedaron sin acceso al preregistro y, por lo tanto, sin retribución y ésta sería la ocasión de darles cabida en el antiguo régimen especial. En la actualidad España cuenta con alrededor de 1.100 instalaciones eólicas y de ellas cerca de 300 han perdido el derecho a cobrar primas tras la reforma eléctrica del Gobierno. Una buena parte también tiene problemas para hacer frente al coste de su deuda.
Pensando en financiación propia
Según los expertos del sector eólico consultados por este diario, la subasta se destina principalmente a aquellas compañías que puedan hacer frente a los proyectos con financiación propia, lo que facilita un mejor acceso de las grandes empresas.
Sobre lo nuevos parques que se subastan se sigue cerniendo la amenaza de los cambios de retribución. Por un lado, este próximo mes de diciembre el ministerio debería revisar los precios pagados y dentro de tres años más los estándares, lo que genera mucha incertidumbre.
Con este calendario, los parques que entraran en funcionamiento tendrían que adaptarse a esta nueva regulación tras la revisión. El Gobierno dará un plazo de 48 meses para la construcción de estos parques eólicos.
Para la convocatoria de biomasa, entre los grandes jugadores, siempre han estado empresas como Ence y Gestamp que se espera que jueguen un papel importante dentro del reparto de los 200 MW que el Gobierno ha puesto en esta subasta.
Pese a la puesta en marcha de esta potencia, que el secretario de estado de Energía, Alberto Nadal, aseguró que puede incrementarse si hay mucha demanda, la cantidad de megavatios instalados está aún muy alejada de la prevista en la planificación energética a 2020 para cumplir con los objetivos de renovables.