El Gobierno argentino ha hecho un negocio cuanto menos discutible con la expropiación de YPF a la española Repsol. La capitalización bursátil de la petrolera ya es inferior a la cantidad que desembolsó en bonos para compensar a la española por su participación del 51 por ciento. En concreto, YPF tiene un valor de 5.850 millones de dólares, lo que supone menos de los 6.000 millones que el Ejecutivo de Kirchner pagó a la española. En los últimos doce meses, la compañía ha retrocedido un 59,4 por ciento en bolsa.
La caída de los precios del petróleo está haciendo estragos en el sector hasta el punto de que las petroleras se están viendo forzadas a reducir sus inversiones en exploración y producción, al tiempo que a realizar ajustes de plantilla para mantener la fortaleza financiera. La cotización de Repsol tambien se encuentra al nivel de la expropiación de YPF.
Repsol cerró en mayo de 2014 uno de los capítulos más amargos de su historia. Tras dos años de litigios y una dura negociación, la petrolera que preside Antonio Brufau cobró 6.000 millones de dólares en bonos argentinos por la expropiación de YPF.
En concreto, la petrolera recibía tres bloques de bonos, uno de 500 millones con cupón del 7 por ciento y vencimiento en tres años, otro de 3.250 millones con cupón del 8,75 por ciento y vencimiento en diez años, y un tercero por 1.250 millones con cupón del 8,28 por ciento y vencimiento en 2033.
Adicionalmente, el grupo recibirá del entorno de unos 400 millones de dólares para cubrir la devaluación actual de los bonos. La petrolera se garantizó esta emisión extra para cubrirse de los riesgos asociados de la deuda argentina. El objetivo era que el valor total de mercado de los bonos de Repsol fuera de un mínimo de 4.670 millones y un máximo de 6.000 millones de dólares.
YPF, por su parte, anunció un plan de inversión pero la caída de los precios del crudo ha dejado el yacimiento de Vaca Muerta -su principal activo- en punto muerto pese a las alianzas firmadas con otras petroleras.