Iberdrola presentó ayer, unos días antes de que acabara el plazo oficial, una petición al Ministerio de Industria para mantener abierto el grupo 3 de la central de ciclo combinado de Castellón.
La compañía, que logró la primera autorización de cierre de una central de gas, ha adoptado ahora esta decisión tras analizar durante los últimos cuatro meses y medio diversos factores, principalmente aquellos relacionados con la evolución de la demanda de energía eléctrica en España y el repunte de la participación de las centrales de gas en el mix energético.
Entre los meses de enero y agosto, la demanda en el ámbito de distribución de Iberdrola en España ha crecido un 3,9% respecto al mismo periodo de 2014, mientras que específicamente en la Comunidad Valenciana lo ha hecho en un 5,3%.
Crece la demanda
Asimismo, y según los últimos datos oficiales presentados por la eléctrica, la producción de las centrales españolas de ciclo combinado de la compañía ha crecido un 65,6% a lo largo del primer semestre de 2015 respecto al mismo periodo del año anterior, tendencia que ratifica el incremento ya registrado en el primer trimestre del ejercicio (+25,4%).
Hay que valorar, además, que esta evolución al alza se produce pese a la disminución de la capacidad instalada de la empresa mediante ciclos combinados tras la desinversión del 25% de BBE (-200 megavatios).
Iberdrola sigue a la espera de la norma que regule la posibilidad de hibernar este tipo de instalaciones de generación de energía eléctrica. No obstante, el Ministerio de Industria ya anunció su intención de dejar en un cajón esta normativa, al igual que la reforma del mercado mayorista de la electricidad antes las dudas que le suscitaba la evolución de la demanda.
Para Industria era una incónita hace unos meses y el crecimiento de la demanda durante los últimos meses parece haberle dado la razón. No obstante, los informes del operador del sistema consideraban que se podía recortar
Iberdrola presentó, el 21 de noviembre de 2014, la solicitud de cierre y desmantelamiento parcial de un grupo de la central de ciclo combinado de Castellón.
En concreto, la compañía pidió cerrar uno de los dos grupos de este complejo energético, el número 3, que cuenta con 793 megavatios (MW) de los 1.647 MW totales de capacidad instalada.
Iberdrola seleccionó el grupo 3 de la planta de gas de Castellón al considerar que su posible cierre, y posterior desmantelamiento, no afectaría en modo alguno a la seguridad del suministro eléctrico ni en España ni en la Comunidad Valenciana.
La compañía abogó por la continuidad de toda la plantilla fija que en la actualidad se encarga de las labores de operación y mantenimiento de la planta castellonense, compuesta por 53 profesionales, que hubieran pasado a trabajar en el grupo 4.
Tras obtener la autorización ministerial para proceder a dicho cierre, el pasado 29 de abril, y la posterior prórroga de dos meses para adoptar la decisión final ahora la compañía ha decidido seguir adelante. Industria tiene ante si las peticiones de cierre de otras centrales de Endesa y Viesgo.
