
El contrabando del tabaco parece haber tocado techo en España y, por primera vez desde que se inició en 2008 la crisis económica, cae con fuerza. De acuerdo con el último informe elaborado por Ipsos para la industria, el tráfico ilegal de cigarrillos ha caído desde el 12,5% de cuota que tenía a 31 de diciembre del pasado año, cuando alcanzó máximo histórico, hasta el 10,6% al cierre del primer semestre de este año. El contrabando de tabaco supera el 40% del mercado en Andalucía y Extremadura
Son prácticamente dos puntos en un periodo muy corto de tiempo, de tan sólo seis meses, aunque desde la industria tabaquera piden prudencia. "Habrá que esperar a los resultados de los próximos informes para ver si la tendencia se mantiene", aseguran en el sector. El contrabando de tabaco, apenas inexistente a comienzos del presente siglo, llegó al 4,7% en 2008 y desde entonces no ha parado de subir. Las tabacaleras plantean sustituir la etiqueta fiscal contra el tráfico ilícito.
Alivio para los estancos
La caída supone así un alivio no sólo para las empresas, que han visto como sus ventas se han reducido prácticamente a la mitad en los últimos años -en España han pasado de 4.514 millones de cajetillas en 2008 a 2.339 millones en 2014- sino también para los estanqueros y para las arcas del Estado. Y es que el tráfico ilícito ha provocado que muchos de ellos hayan acabado quebrando y echando el cierre, especialmente en Andalucía, la comunidad autónoma más castigada por este fenómeno.
Marcas blancas ilícitas
Al igual que sucede en el resto de Europa uno de los principales problemas a los que se ha tenido que enfrentar el sector en los últimos años ha sido la proliferación de las marcas blancas ilícitas, lo que se conoce en el mercado como illicit whites. Se trata de enseñas de cigarrillos que son producidas legalmente en un país, pero que se utilizan para ser contrabandeadas en otros donde tienen su distribución legal limitada o nula.
El problema para la industria y los estanqueros es que España se ha convertido en el segundo país de Europa en el consumo de este tipo de marcas blancas, precedido tan sólo por Polonia. En el sector se calcula así que si los 2.600 millones de cigarrillos illicit whites consumidos en 2014 en España hubieran sido adquiridos legalmente en nuestro país, la recaudación en materia de impuestos habría alcanzado aproximadamente los 810 millones de euros adicionales.
Casi un tercio del contrabando de tabaco en España está en manos griegas. Sin apenas presencia en el mercado hace tan sólo tres años, Karelia, una empresa familiar que cotiza en la Bolsa de Atenas, lidera ahora el tráfico ilegal. Según el último estudio realizado por KPMG, basándose en los datos de Ipsos, su principal enseña, American Legend, ha alcanzado una participación del 29,1%, lo que supone 8 puntos más que Ducal, segunda del ranking y propiedad de la luxemburguesa H. Van Landewyck.
Pero prueba sobre todo de su fortaleza en el mercado es que controla ya el triple prácticamente que las grandes enseñas internacionales, como Marlboro (Philip Morris) o Winston (Japan Tobacco), que eran hasta ahora las más utilizadas para el contrabando. El problema del contrabando es de tal gravedad que en Andalucía y Extremadura ha llegado a superar incluso el 40% del mercado por su proximidad con Gibraltar, una de las principales puertas de entrada a pesar de los controles impuestos por las autoridades del Peñón.
El problema se ha extendido además en los últimos años con la aparición de fábricas destinadas a la producción directamente en el territorio español de marcas de cigarrillos falsificadas o ilegales, sin precinto fiscal.