
El contrabando de tabaco crece sin freno en el sur de España. Por primera vez en la historia, el tráfico ilegal de cigarrillos superó el 40 por ciento del total del mercado en Andalucía y Extremadura. Según los informes periódicos que realiza la consultora Ipsos por encargo de la industria, analizando los paquetes sin precinto fiscal, el contrabando se está disparando además en las comunidades limítrofes, como Castilla-La Mancha y Murcia.
En el primer caso se ha triplicado al cierre del primer semestre del año en relación con 2013 -ha pasado del 3,1 al 10,1 por ciento de las ventas- y en el segundo se ha disparado hasta un 40 ciento. Según explican en el sector, este fuerte crecimiento del contrabando es consecuencia del tabaco que entra en España procedente de Gibraltar.
Llama la atención, de hecho, que en Cataluña, otra de las comunidades autónomas tradicionalmente golpeadas por el contrabando por su frontera con Andorra, el tráfico ilícito se ha reducido de forma drástica. En el año 2013 representaba el 8,2 por ciento del mercado y a 30 de junio del pasado año se quedó en el 5,5 por ciento. En Madrid, en cambio, se produce un ligero incremento, pasando del 4,3 al 4,6 por ciento.
Frente a los crecimientos en el sur a nivel nacional, el consumo de tabaco de contrabando parece que se ha estabilizado tras dispararse a partir de 2011. Actualmente supone el 11,1 por ciento de las ventas, lo que sigue lastrando el crecimiento del mercado legal.
La caída de ventas se frena
La Asociación Empresarial del Tabaco, Adelta, considera, de hecho, que el nivel de contrabando existente en España, es una de la razones principales que ha impedido que se registrara ya un crecimiento de las ventas de cigarrillos en 2014.
"Si no tuviéramos este nivel de contrabando, es muy probable que este año hubiéramos asistido ya a un crecimiento de las ventas en unidades de cigarrillos", subraya el director general de la patronal tabaquera, Juan Páramo.
En concreto, las ventas de cigarrillos en unidades cayeron un 1,5 por ciento en 2014, hasta 2.340 millones de cajetillas, frente a descensos superiores a los dos dígitos en los cinco últimos años, que han supuesto la pérdida de la mitad del mercado, dejándolo al mismo nivel que hace más de 50 años.
En valor, el mercado de cigarrillos, que supone el 86,4 por ciento del total de las ventas de tabaco, creció un 0,19 por ciento, hasta 10.236,9 millones de euros. En total, la venta de tabaco sumó en el último ejercicio 11.849,5 millones de euros, prácticamente similar a la cifra de 2013, después de tres años de caída consecutiva. "En una situación normal de mercado, este dato nos permitiría mostrarnos satisfechos. Sin embargo, la magnitud del comercio ilícito en España nos impide ser optimistas", subraya Páramo.
El pasado mes de agosto, después de recibir un informe de la Olaf (la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude), la Fiscalía de la Audiencia Nacional abrió una investigación sobre el contrabando de tabaco y el blanqueo de capitales asociado a esta actividad.
Según el Ministerio Fiscal, las actividades descritas por la Unión Europea podrían ser competencia de la Audiencia por tratarse de delitos cometidos por españoles en el extranjero, que corresponde investigar a este tribunal en virtud del artículo 65 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ). Después de la investigación, el fiscal debe decidir si pone el asunto en manos de uno de los seis jueces instructores de la Audiencia.
El informe de Olaf
El informe de la OLAF instó de hecho a la Justicia española y a la británica a actuar en este asunto tras advertir de que "hay motivos para creer que se han cometido delitos de contrabando de tabaco y blanqueo de capitales que afectan a los intereses financieros, o de otra índole, de la Unión Europea".
En febrero de 2013 esta oficina ya advirtió de que estaba investigando el "aumento significativo" del contrabando de cigarrillos que se había venido produciendo en los últimos años en el sur de España, al tiempo que pidió información sobre estas prácticas a las autoridades de Gibraltar.
El Gobierno del Peñón ha tomado medidas para intentar limitar el tráfico ilícito limitando el número de cartones que se pueden vender en las tiendas y acusa al Gobierno español de tener una ley demasiado permisiva con el contrabando, que practican además ciudadanos españoles en la frontera.