
H. Van Landewyck y Karelia, una tabaquera de Luxemburgo y otra de Grecia, son, según los estudios de Ipsos y KPMG para la industria, las empresas que acaparan un mayor porcentaje del tabaco de contrabando que se vende en España. Entre ambas suman casi un tercio del total, procedente fundamentalmente de Gibraltar.
Según estas estadísticas, que se realizan contando las cajetillas tiradas en el suelo sin precinto fiscal, H. Van Landewyck, propietaria de marcas como Elyxir, Austin o Ducal, acapara el 22,1% del tabaco ilícito. El director general de la empresa luxemburguesa, Christian Greiveldinger, asegura sin embargo, que esos datos son falsos e insiste en que la compañía está colaborando con la Olaf, la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude.
¿Qué tamaño tiene su empresa y cómo se reparte su accionariado?
H. Van Landewyck es una compañía familiar fundada en Luxemburgo en 1847. No estamos por lo tanto allí por razones fiscales, sino porque somos luxemburgueses. La familia sigue teniendo el control del 75% de las acciones y el mando de la compañía, aunque el otro 25% es ahora de British American Tobacco (BAT). Estamos presentes en 40 países, empleamos a 2.000 personas y nuestra facturación es de 3.000 millones de euros, incluyendo los impuestos, que suponen unos 2.500 millones.
¿Cuáles son sus mayores mercados y desde cuándo están presentes en España?
El mayor mercado es Alemania. En España empezamos vendiendo primero en Canarias con marcas como Ducal o Elyxir. Posteriormente, en 2001 empezamos a trabajar con un distribuidor local, Comet, para entrar en la Península. Y hace cuatro años decidimos contratar a Logista y crear una filial, una compañía propia, que tiene ya 31 empleados, para empezar a gestionar nuestras propias operaciones. Nuestras ventas aquí rondan los 120 millones, pero hay que tener en cuenta que más del 90% corresponde a impuestos. La carga impositiva en España y Luxemburgo es muy parecida.
Los informes de Ipsos encargados por la industria concluyen que ustedes son responsables de gran parte del contrabando de tabaco...
Es que esos datos son falsos, es completamente imposible que, tal y como dicen, estemos vendiendo en España 1.300 millones de cigarrillos de forma ilícita cuando nuestra producción es de 4.300 millones. Eso supondría que un cuarto de toda nuestra producción la venderíamos aquí ilegalmente. No tiene ningún sentido.
¿Y por qué no han firmado el acuerdo con Olaf de lucha contra el fraude como el resto de tabaqueras?
Nosotros no necesitamos firmar ese acuerdo porque, al contrario de las cuatro grandes empresas tabaqueras (Philip Morris, Japan Tobacco, Imperial y British American Tobacco) no tenemos fábricas fueran de la Unión Europea, en países como Rusia, Ucrania o Turquía. Sólo tenemos dos centros de producción y los dos están en Luxemburgo. Pero una cosa es que no hayamos firmado el acuerdo con Olaf y otra muy distinta que no colaboremos con ellos.
¿En qué sentido lo hacen?
Nuestra relación con Olaf es completamente transparente. A principios de año nos pidieron todos nuestros datos de venta y actividad y se los facilitamos sin ningún tipo de problema. Colaboramos en todo con Olaf y estamos dispuestos a seguir haciéndolo. Nosotros somos los primeros perjudicados por el contrabando con nuestras marcas. En los últimos años se han encontrado fábricas ilegales en España y Bélgica que producían nuestras enseñas, pero nosotros no tenemos nada que ver. No tenemos un negocio ilegal, no podríamos haberlo soportado durante más de 160 años.
La industria del tabaco les acusa sin embargo de producir las denominadas ilicit whites, marcas fabricadas de forma legal destinadas luego al contrabando...
Es completamente falso, como decía antes nuestro negocio es completamente legal. Nunca hemos fabricado ilicit whites. Eso es contrabando, esa es su definición. Y nosotros no lo hacemos.
No han firmado el acuerdo con Olaf y, sin embargo, participan en las asociaciones y patronales, donde están las empresas que les acusan...
Claro, estamos en todas las patronales, aquí también en España. Incluso en la Mesa del Tabaco. Y vamos a implantar la tecnología Codentify (una especie de código de barras) para controlar la trazabilidad del producto y controlar el contrabando.
¿Cuánto tabaco están vendiendo a Gibraltar? El Gobierno ha exigido la diligencia debida a las empresas para que no vendan por encima del consumo en el Peñón...
No vendemos tabaco en Gibraltar para que llegue España. El problema allí es que no se sabe cuál es el tamaño exacto del mercado, como ocurre aquí, pero tenemos aproximadamente un 10% de cuota. Lo que no nos pueden decir es que no les vendamos porque en España hay contrabando. Además, el origen del problema no es el contrabando sino que en España hay una crisis económica y hay gente que intenta ganarse la vida pasando pequeñas cantidades por la frontera. Pero, desde luego, no son containers.
¿Cuál es su cuota aquí?
Tenemos menos del 1%, pero creemos en el país y nuestra vocación es la de crecer.