
Artur Mas sigue vendiendo la piel del oso antes de cazarlo. El president de la Generalitat anunció el lunes su intención de crear una Agencia Tributaria catalana en el caso de que consiga la independencia. Mientras juega a hacer ruido a tan sólo dos meses de las elecciones regionales, las empresas abandonan la autonomía en silencio. Más de 6.400 sociedades trasladaron su sede social de Cataluña a otras comunidades desde el año 2008 al primer semestre de 2015.
La fuga de mercantiles es un goteo constante desde que Mas abanderó el discurso independentista con su llegada al poder en diciembre de 2010. Desde su llegada al Ejecutivo, 3.839 compañías cambiaron de domicilio. Tan sólo en el año 2011, con el dirigente de CiU recién aterrizado en el Gobierno, el número de sociedades que escapó del territorio catalán aumentó un 16 por ciento, de 718 a 854 mercantiles, según datos de Axesor.
La curva continuó ascendente en 2014, coincidiendo con el anuncio de la famosa consulta soberanista celebrada finalmente el 9 de noviembre. Artur Mas logró el 'sí' en las urnas a las dos cuestiones: el 33 por ciento de los ciudadanos que votaron quería que Cataluña fuera un Estado y que fuera independiente, pero consiguió el 'no' de los empresarios. La huida de mercantiles creció un 18,3 por ciento respecto al año 2013. Casi mil empresas desertaron del territorio catalán.
El camino de salida está marcado por la hoja de ruta secesionista, que en esta ocasión fija la meta el próximo 27 de septiembre. Por el momento, otras 471 sociedades han puesto rumbo fuera de las fronteras de Cataluña durante el primer semestre de 2015. En total, 3.839 empresas han salido del territorio desde que Mas tomó posesión como presidente regional. Madrid se convirtió en el paraíso perdido de los empresarios.
Madrid, la suma de Cataluña
La Comunidad madrileña recibió el 44,2 por ciento de las empresas que salieron de Cataluña en los últimos siete años. De nuevo las cifras tomaron una tendencia de crecimiento a partir del año 2011. La llegada de Artur Mas al poder coincidió con un aumento de la huida societaria a la región, entonces gobernada por Esperanza Aguirre.
Madrid recibió 317 mercantiles catalanas en 2011; 342, un año después; 368, en 2013 y 446, durante el año pasado. Tan sólo en el primer semestre de 2015, la región ya ha acogido a otras 208 compañías exiliadas de tierras mediterráneas. Valencia y Andalucía son el segundo y tercer destino preferido por los empresarios catalanes. En los últimos siete años, 883 mercantiles abandonaron la región para instalarse en la Comunidad Valenciana y 651 para ubicarse en la andaluza.
Por el contrario, mientras Madrid recibe 6.405 compañías de Cataluña, la región mediterránea sólo acogió a 1.693 mercantiles madrileñas desde el año 2008. El cambio de domicilio social de las empresas en la meseta fue de 9.274, mientras que recibió un 28,3 por ciento más de sociedades hasta alcanzar las 12.924.
Hacienda catalana
El presidente de la Generalitat dio el pasado lunes un paso más en su modelo secesionista. Mas presentó una futurible Agencia Tributaria catalana que entraría en funcionamiento si gana la próxima cita electoral. Según el propio dirigente, la recaudación de impuestos se realizaría "en cooperación con el contribuyente" y no de una manera coercitiva.
El modelo, diseñado por un grupo de académicos con Joan Iglesias a la cabeza, trata de convencer al ciudadano de lo positivo de pagar impuestos sin necesidad de aplicar un férreo control sobre ellos. Iglesias destacó que tratan de imitar a Suecia y Australia.
Mientras Mas calienta el panorama, el Ejecutivo de Mariano Rajoy respira hondo y asegura que no puede recurrir la propuesta porque sólo se tratan de meras declaraciones. El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, asegura que sólo se actuará si adoptan decisiones que extralimiten las competencias autonómicas. "Nosotros tenemos una hoja de ruta que es la Constitución y el ordenamiento jurídico y una guía que es la democracia", sentenció Ayllón, a la par que recordó que las competencias en materia tributaria son exclusivamente estatales.
Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) reclaman la importancia de que exista una "clara" separación entre la administración tributaria y el poder político, aunque sea el Ejecutivo quien la dirija.