El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha decidido que el municipio conquense de Villar de Cañas puede albergar el futuro Almacén Temporal Centralizado (ATC) de combustible nuclear gastado y residuos radiactivos de alta actividad, tal y como pretende el Gobierno, pero siempre que se modifiquen varios elementos del diseño de la instalación.
El lunes el pleno del Organismo aprobó, por cuatro votos a favor y uno en contra, el informe de autorización previa -también conocido como informe de emplazamiento- de la instalación, que es uno de los elementos sobre los que el Ministerio de Agricultura tiene que elaborar la Declaración de Impacto Ambiental de la misma.
El voto favorable del CSN se produce después de que un documento integrado en el informe de emplazamiento -el informe radiológico- se aprobara por unanimidad sin que éste tuviera en cuenta todos los escenarios exigidos por la normativa.
Sin embargo, el CSN indica que "desde el punto de vista de la seguridad", el emplazamiento elegido "no presenta fenómenos excluyentes", aunque considera oportuno "complementar la seguridad intrínseca del diseño". Adicionalmente, requiere "el seguimiento de las condiciones y fenómenos del emplazamiento, mediante la aplicación de planes y medidas complementarias, compensatorias y de vigilancia".
A partir de ahora, Enresa, la empresa pública encargada de gestionar el ATC, puede empezar algunas obras, como las vías de acceso a la zona donde espera levantar el edificio. En cualquier caso, la tramitación no ha concluido y el nuevo presidente autonómico, Emiliano García-Page, no quiere que esté en Cuenca.
Políticamente, el PP ha manifestado "respeto" por la decisión del CSN, y Podemos ha dicho que pedirán "responsabilidades políticas" a las consejeras del PSOE en el Organismo, Cristina Narbona y Rosario Velasco.
